Apasionada, emotiva y atemporal
Nacida el 30 de septiembre de 1950, Laura Esquivel es de esas escritoras que hacen magia con las palabras. Que en una era de e-books y gadgets, provocan con letras que los lectores echen a andar su imaginación, y despierta los sentidos y las emociones de una manera vívida, casi en carne propia.
María Alesandra Pámanes
Nacida el 30 de septiembre de 1950, Laura Esquivel es de esas escritoras que hacen magia con las palabras. Que en una era de e-books y gadgets, provocan con letras que los lectores echen a andar su imaginación, y despierta los sentidos y las emociones de una manera vívida, casi en carne propia.
A 27 años de la publicación de su emblemática obra, “Como agua para chocolate”, Esquivel publicará “El diario de Tita”, la continuación de esta novela que fue llevada al cine en una película dirigida por Alfonso Arau (realizador que estuvo casado con la escritora mexicana de 1975 a 1995).
Parte del éxito del trabajo de la guionista, política, docente y dramaturga radica en su pasión por la pluma y en la manera en la que presenta y transmite emociones a través de las palabras, los símbolos y la integración de la gastronomía, como sucede en su obra maestra por excelencia, en la que la protagonista –Tita– mantiene a los lectores con los sentidos al máximo.
Respecto a la segunda parte de “Como agua para chocolate”, Laura comentó que si la hubiera escrito inmediatamente después de la primera, “definitivamente sería diferente porque tengo otra perspectiva de la novela, de la vida misma”.
“Como agua para chocolate” no solamente es una de las mejores novelas de la literatura de habla hispana, también un homenaje a la cultura, las tradiciones y la cocina de México.
Pero la cocina no solamente es un elemento crucial en “Como agua para chocolate”, en “Íntimas suculencias”, el hilo conductor “es la pasión por la cocina. El tema se aborda desde ángulos muy diferentes; desde el punto de vista social, el psicológico, el emocional, el filosófico, y el literario también”, tal como señaló Esquivel en alguna ocasión.
La escritora también indicó que “cocinar es una ceremonia de unión con el universo. Un placer enorme.
A veces, lo utilizo como contrapunto a mi escritura; en otras ocasiones, como terapia. El amor siempre está presente allí. El amor, que da sentido a todo, es lo que hace de dos cosas una, y en la cocina uno hace precisamente eso: utiliza todos los elementos que conforman el mundo, juega con ellos y, en base al amor, hace una única cosa que después va a ser ingerida por los demás”.
Las obras de Esquivel
• “Como agua para chocolate” (1989)
• “La ley del amor” (1995)
• “Íntimas suculencias” (cuentos) (1998)
•“Estrellita marinera” (1999)
• “El libro de las emociones” (2000)
• “Tan veloz como el deseo” (2001)
• “Malinche” (2006)
•“A Lupita le gustaba planchar” (2014)
• “El diario de Tita” (2016)