Asados Don Abel, la tradición del jabalí llegó a la capital
En este establecimiento, ubicado en Avenida Camarones, Azcapotzalco, los capitalinos pueden encontrarse con la popular receta de jabalí que don Abel ha preparado desde hace 30 años en Pachuca; a diferencia de esa ciudad, en la CDMX se pueden encontrar platillos extra como sopes con tuétano o sopa de quelites
Fernanda MuñozDesde hace 30 años, don Abel se ha dedicado a una cosa en particular: a preparar uno de los mejores jabalíes de Pachuca, Hidalgo; una proteína que, aunque es poco común dentro de las cocinas convencionales, se ha vuelto muy popular gracias a su receta.
Para tener una carne suave y jugosa, don Abel fue descubriendo poco a poco, a base de aciertos y errores, que lo mejor era marinarla por 48 horas, para luego cocinarla al carbón de manera lenta. Con este procedimiento, los sabores del jabalí se potencializan.
Actualmente, en Avenida Camarones, San Salvador Xochimanca, Azcapotzalco, ese platillo llegó hace solo un par de meses a través de Asados Don Abel, el primer restaurante que se tiene en la capital.
Con este nuevo establecimiento, Hugo García Espinoza, quien está detrás de la marca Don Abel en Ciudad de México, asegura que su propósito primordial es hacerle ver a los comensales el verdadero sabor del jabalí, y por qué ha sido tan popular entre los pachuqueños.
“Tal vez la gente se imagina una textura diferente a la que tiene (el jabalí). La carne termina siendo muy suave y jugosa, y con el maridaje que le damos es para el paladar una cosa completamente distinta a lo que puedan probar en la Ciudad”, menciona.
Para acompañar a esta proteína, en Asados Don Abel Camarones decidieron crear otros platillos que estuvieran ligados a su proteína principal, por lo que en su menú, a diferencia del de Pachuca, tiene esquites con un toque de mayonesa y queso rallado por encima, sopa de quelites, pulpo a los tres chiles a las brasas acompañado de frijoles en escabeche, así como sopes con tuétano.
Edmundo, chef ejecutivo del restaurante, asegura que estos platillos fueron pensados, además de girar en torno al jabalí y a su proceso de cocción sobre el carbón, para limpiar el paladar y seguir teniendo apetito de la proteína.
Pero no sólo se enfocaron en sabores salados para completar su menú, también sus postres son elementos que los diferencian, pues están hechos en casa y ofrecen combinaciones poco comunes. Como su cheese cake con compota de higos por encima, su tarta de limón, el pastel de trufa y una variedad de pan dulce.
Al visitar el restaurante, los comensales tienen libertad de dejar su auto en el estacionamiento del lugar y disfrutar de sus platillos en una zona abierta.
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Para reservaciones, deben comunicarse a Asados Don Abel de manera previa o solicitar pedidos por Uber Eats. También, hay la opción de organizar un evento privado.