Si tienes una debilidad por escuchar a un par de hermanos con canciones desgarradoras, no tienes por qué seguir escuchando a The Carpenters. Hay suficiente buena música creada este año que cubre esas especificaciones.
El mejor ejemplo de esto son The Avett Brothers. Su nuevo disco “The Carpenter” es una evocadora mezcla de géneros totalmente estadounidenses: country-folk-blues en un solo disco. Es sobre esta base que los hermanos de Carolina del Norte –más el bajista Bob Crawford– construyen historias sobre demonios personales, enfermedad y sobrevivencia.
Pero no todo es dolor y pesar en el disco. “Live and Die”, el track más amigable del álbum, presenta una esperanzadora visión sobre el futuro de una relación inestable, usando el banjo de una forma mucho más sobria que Mumford & Sons.
El disco tiene en todo su sonido el sello de Rick Rubin, quien como productor del álbum inyecta fuerza a una banda que, pese a tener excelentes canciones (el ejemplo más claro es “I and Love and You”, de su anterior álbum) ha permanecido fuera del radar de muchos potenciales escuchas. Afortunadamente aquí aparece el Rubin que produjo “American Recordings” de Johnny Cash y no el de “Lulu” de Lou Reed y Metallica.
“Life”, la canción de cierre, es una suma de los sonidos –y las emociones– que permean al disco. Construir a partir de dudas existenciales y sufrimiento canciones honestas es la habilidad más prominente de The Avett Brothers, una banda para los tiempos difíciles.