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El ‘buen baile’ es interpretado por el cerebro como un control motor mejor desarrollado, según el estudio
“La danza es un comportamiento humano universal, y aunque no todo el mundo se mueve igual, sí hay movimientos específicos que indican al sexo opuesto (los varones, en este caso) que una mujer es la ideal”
Las mujeres que mueven más la cadera de forma oscilatoria son más atractivas para el sexo opuesto
Un exceso de movimiento (descontrolado o desordenado) es captado por el cerebro como una patología y resulta poco atractivo
Seguramente más de una vez te has preguntado porqué los hombres observan más a unas mujeres que a otras mientras éstas bailan o porqué algunas suelen encontrar pareja más rápido que otras en la pista. La respuesta está en el movimiento de sus caderas. Y no sólo eso, sino en la forma en que la mueven, al igual que los movimientos de los muslos y los brazos.
Scientific Reports publica una investigación realizada por la Universidad de Northumbria (Reino Unido), en la cual se estudia cómo ciertos movimientos de las mujeres al bailar “sirven” para captar la atención del sexo opuesto. Algo similar a las danzas realizadas por los machos de algunas especies de animales para atraer a sus futuras parejas, como la danza del escorpión.
Y aunque en los seres humanos el baile podría apreciarse como un mero gusto por el buen ritmo o los sonidos melodiosos, los científicos han comprobado que es sin duda una “situación de cortejo” que en la mayoría de las ocasiones se da de una manera inconsciente.
Otra cosa que la investigación reveló es que estas cuestiones son más notorias para los hombres que para las mujeres, pues éstas no suelen asociar al baile masculino como “atrayente” o como particularidad de una saludable pareja sexual, detalla el portal español ABC.
“La danza es un comportamiento humano universal, y aunque no todo el mundo se mueve igual, si hay movimientos específicos que indican al sexo opuesto (los varones, en este caso) que una mujer es la ‘ideal’”, afirma un fragmento del texto destacado por Scientific Reports.
Los resultados son interesantes, pero desde luego poco concluyentes a nivel global, porque los investigadores aseguran que “el baile está fuertemente influenciado por la cultura, así que podría haber algunas diferencias culturales en movimientos y gestos específicos”.
Rasgos que atraen
A partir de sus movimientos, las mujeres pueden asignar a los bailarines masculinos rasgos de la personalidad socialmente deseables, como la extroversión, la seguridad o la estabilidad emocional. En cuanto a ellas, existen algunas pruebas de que el baile puede reflejar fertilidad: la danza de las mujeres se considera más atractiva durante los períodos de alta fertilidad, y se sabe —por estudios anteriores— que las bailarinas eróticas ganan más propinas durante su período de ovulación, describen los autores para la revista.
Los rasgos que atraen al sexo opuesto se han estudiado muchas veces, entre los más analizados se incluyen los físicos como la apariencia de la piel, la forma del rostro o del cuerpo y las cualidades de la voz, pero está nueva investigación revela cómo y porqué el baile resulta atractivo para ellos más que para ellas.
Las mujeres bailan para entretener a los hombres en muchas culturas, desde la antigüedad, como prueba está la danza árabe
Un grupo de 39 mujeres fueron registradas mientras bailaban sólo al ritmo de una batería, y cada uno de sus patrones de movimiento se reprodujeron en avatars en un ordenador. Se les retiraron sus rasgos físicos individuales y después otro grupo de 57 hombres y uno más de 143 mujeres evaluaron la capacidad de baile de cada uno de los 39 avatars a través de un video de 15 segundos cada uno. Así fue como se realizó el estudio, detalla la publicación científica.
La magia de la cadera
Los investigadores encontraron que los movimientos que más contribuían a que el baile femenino fuera mejor valorado implicaban una mayor oscilación de las caderas, con movimientos asimétricos de los muslos y otro intermedio en los brazos. Mientras que los avatars de las mujeres que se movían menos, no sólo llamaron menos la atención o no fueron tan notorias, sino que las clasificaron como “menos atractivas o aptas”.
Y es que contonear las caderas llega a clasificarse como “muy femenino”, pero puede dar fe de un control motor bien desarrollado (algo que el cerebro interpreta como “muy capaz”), siempre y cuando no se convierta en un movimiento excesivo y descontrolado, pues se interpreta como una patología.
Todo lo anterior indica que el baile o la danza pueden dar más pistas sobre el atractivo de una persona como pareja sexual, detalla Scientific Reports.
