‘Escritoras hay, problemas de género también’
“Suelen definir a ‘Cómo piensan las piedras’ como un libro de detalles y yo creo que es porque soy ‘muy’ minuciosa… Te cuento que cuando fui por última vez al oftalmólogo, porque que creí que necesitaba un aumento en la graduación, el doctor me dijo que no lo necesitaba, que lo que yo quería era ver más. La verdad, tiene razón”, dice en entrevista para Reporte Indigo la escritora Brenda Lozano.
Azaneth Cruz
“Suelen definir a ‘Cómo piensan las piedras’ como un libro de detalles y yo creo que es porque soy ‘muy’ minuciosa… Te cuento que cuando fui por última vez al oftalmólogo, porque que creí que necesitaba un aumento en la graduación, el doctor me dijo que no lo necesitaba, que lo que yo quería era ver más. La verdad, tiene razón”, dice en entrevista para Reporte Indigo la escritora Brenda Lozano.
Dispersa, de mirada traviesa, inteligente, desafiante e inquietante como su trabajo literario, Brenda Lozano presenta al mundo su libro de cuentos ‘Cómo piensan las piedras’, el tercero de su obra y primero de este género.
La obra de Lozano, que relata historias en la que cada una “carga” su propia piedra, es una ágil y divertida publicación con la que sus lectores podrán mirarse entre líneas.
Como elemento principal, objeto de decoración o como una simple mención, la metáfora con la que la autora enfrenta o humaniza a las piedras resulta una familiarización de situaciones de la vida cotidiana, relaciones amorosas y personales, con las que el lector fácilmente se puede identificar.
“Las piedras pueden formar parte de un todo cambiante, pueden ser aquellas que se arrojan a un río, las que usan para construir una lápida o una molesta piedra en un riñón”, explica Lozano.
Para la también autora de la novela “Todo Nada”, las piedras forman parte de una de las metáforas de tiempo más antiguas, ya que son relacionadas con el paso de los años, por ello la necesidad de que se encontrarán en cada historia de su libro como el “empuje” de una acción.
A diferencia de algunos escritores, a Brenda le vino el amor por las letras desde que era pequeña, momento en que las rimas lograron tomar un puesto especial.
Aunque se dio cuenta a temprana edad de su fascinación por las letras, fue al paso del tiempo que fue perfeccionando lo que para ella era un juego. Al igual que su pasión por leer, la cual considera un pasatiempo importante porque la llevó a convertirse en una de las escritoras mexicanas destacadas más jóvenes.
‘Una generación chingona’
Para Brenda Lozano es motivo de alegría encontrarse en una de las generaciones más “chingonas” de escritores, considerando que está llena de cosas interesantes y de muchas situaciones de generaciones pasadas que son contadas porque ya no se pueden aguantar.
Sin embargo, para Brenda, el machismo es uno de los factores que siguen marcando a las escritoras latinoamericanas, quienes usualmente suelen luchar contra contracorriente para ganar un lugar en el ámbito literario internacional.
“Escritoras sí hay, problemas de género también”, opina Lozano.
La reconocida escritora que formó parte de los seleccionados de la más reciente edición de Bogotá39 (B39), menciona respecto a las 13 mujeres que fueron incluidas en este canon que, aunque está muy contenta por pertenecer a la lista, B39 no puede ser considerada como la maqueta de lo que está pasando realmente con las escritoras latinas o de habla hispana.
“Hay grandes mujeres escribiendo, aunque la lista de Bogotá39 no lo represente… Colombia tuvo como seleccionados sólo a cuatro hombres, cuando hay escritoras colombianas muy chingonas”, dice la joven nacida en la Ciudad de México.
Ante la polémica que causó Bogotá39 en su edición de este año, Lozano señala que todo debe ir más allá de la lista, mencionando que su emoción radica –entre otras cosas– en estar rodeada de las personas que admira.
La polémica de Bogotá39
Bogotá39 es una especie de canon de las letras latinoamericanas, en la lista se reconoce el trabajo de escritores de 15 países en América Latina. Sin embargo, hubo quienes criticaron la falta de equidad y el sutil toque de clasismo y racismo en esta edición.
Entre la polémica de la selección se protestó por la falta de inclusión con la presencia femenina, pues hay sólo 13 mujeres en el listado y uno que otro “apadrinado”.
La controversia incluye los nombres de Valeria Luiselli, Giuseppe Caputo, Felipe Restrepo y Eduardo Rabasa, figuras que fueron ligadas con las altas esferas editoriales.