Con el propósito de que los habitantes y las ciudades ejerzan de manera plena sus Derechos Culturales, diversas instituciones y organizaciones civiles invitan a los capitalinos a respaldar con su firma el documento Cultura y Paz: Declaración de la Ciudad de México.
Dicha declaratoria fue resultado del Seminario Internacional “Los derechos culturales y la paz en la ciudad” y exige a organismos internacionales, gobiernos nacionales y locales a desarrollar políticas públicas basadas en los Derechos Culturales para contrarrestar situaciones de violencia.
También, convoca a contemplar al desarrollo de las culturas y sus diversas manifestaciones como prioridad política, para que de ese modo se pueda ayudar a erradicar la pobreza extrema, la guerra, la violencia, la desigualdad, la opresión, la discriminación, el odio racial y la exclusión.
El documento busca impulsar la creación de sociedades incluyentes y sostenibles, en las que las diferencias sean reconocidas, respetadas, valoradas y todos tengan los mismos derechos. Con esto se invita a escuchar la voz de las diversas comunidades que exigen expresarse en libertad, que demandan ejercer sus identidades, derechos a la memoria histórica y al patrimonio, a la lengua y a la autodeterminación, al acceso a los bienes y servicios culturales, a la educación y a la información, a las mejores condiciones para el desarrollo de su creatividad y a su participación en la toma de decisiones, a partir de la igualdad de género.
Además, llama a los organismos y las instituciones a poner en el centro de sus agendas el desarrollo cultural de las comunidades y de los individuos, entendido como el pleno ejercicio de los Derechos Culturales, y a asumir que la cultura es un eje transversal que cruza el conjunto de las manifestaciones sociales.
La Agenda 2030 de Naciones Unidas, con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Nueva Agenda Urbana, que presidirá a esta declaratoria, reposa en hacer explícita y operativa la dimensión cultural del desarrollo.
Por último, se hace hincapié a la defensa de los derechos de las comunidades más agraviadas: las mujeres en primer lugar, los pueblos originarios, los niños y los jóvenes, los adultos mayores, los desplazados, migrantes y exiliados, las comunidades de la diversidad sexual, las víctimas de la violencia y los conflictos bélicos, las personas con algún tipo de discapacidad, y aquellas que viven en la pobreza y la exclusión en los territorios urbanos y rurales.
La declaratoria fue avalada por el Secretario de Cultura capitalino, Eduardo Vázquez Martín; Loic Graber, Secretario de Cultura de Lyon, ciudad ganadora del Premio CGLU 2018; Jordi Pascual, coordinador de la Comisión de Cultura de CGLU; Karima Bennoune, relatora especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para los derechos culturales.
También fue aprobada por Lucina Jiménez, antropóloga mexicana; Martín Levenson y Sandra Pacheco, asesor y encargada de Asuntos Internacionales de la SCCDMX, respectivamente.