Canta con el corazón

Canta cada vez que tengas oportunidad, en la regadera, mientras manejas, al pintar o durante cualquier actividad en la que puedas darle rienda suelta a tu inspiración. Cantar no solo es uno de los métodos más sensitivos y comunicativos que hay, sino que también es una terapia para algunas enfermedades. 

María Alesandra Pámanes María Alesandra Pámanes Publicado el
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Canta cada vez que tengas oportunidad, en la regadera, mientras manejas, al pintar o durante cualquier actividad en la que puedas darle rienda suelta a tu inspiración. Cantar no solo es uno de los métodos más sensitivos y comunicativos que hay, sino que también es una terapia para algunas enfermedades. 

En algunos casos, el canto forma parte de los tratamientos que recetan los médicos. Gertraud Berka-Schmid, psicoterapeuta y profesora de la Universidad de Música y Arte de Viena, dice que prohibirle el canto a los niños es privarlos de su capacidad de personificación y de ser “más humanos”.

La especialista añade que es una actividad que enaltece la vitalidad del corazón y de la persona. Y agrega que cantar es un masaje para el intestino, debido al ejercicio de respiración que se requiere para entonar y vocalizar.

Beneficios en cada Do Re Mi

No importa si te gusta la cumbia o si prefieres imitar a Plácido Domingo, tampoco te desanimes si no tienes “oído musical” o si no le llegas a las notas que alcanza Sarah Brightman (o las que alcanzaba Whitney Houston), lo importante es que esta alegre actividad es alimento para el alma y salud para el cuerpo.

Entre sus múltiples beneficios está que disminuye los niveles de estrés. Y al relajarte (cantando), se refuerzan las defensas del cuerpo y se combaten los trastornos del sueño. Según experimentos realizados por el Hospital Royal Devon de Exeter, Inglaterra, se demostró que con terapias de canto disminuyeron los ronquidos y la apnea en los pacientes, debido a que ejercitaron los músculos al vocalizar.

Cada vez que entonamos a la par de la música, se intensifica la actividad de los nervios parasimpáticos (que controlan las funciones y los actos no voluntarios), y los pulmones se llenan de aire, lo que favorece la circulación sanguínea. También ayuda a mejorar la memoria y la capacidad para concentrarnos. 

Unidos por un solo latido

Al cantar en grupo se estimula el sentido de pertenencia de una persona, la vuelve más social y hasta mejora su autoestima y estado de ánimo.

Cuando los miembros de un coro cantan al mismo tiempo, sus corazones se coordinan y laten en sincronía, según un nuevo estudio publicado esta semana en la revista científica Frontiers of Neuroscience. 

El estudio a cargo de Bjorn Vickhoff y su equipo de la Academia Sahlgrenska de la Universidad de Gotemburgo, en Suecia, indica que el ritmo cardiaco aumenta, o disminuye, simultáneamente y a la par de la música.

De hecho, también el cerebro de los músicos se sincroniza cuando se está interpretando una pieza en grupo.

Expertos del Instituto Max Planck, en Alemania, demostraron que la actividad de las ondas cerebrales también se sincronizan cuando se canta en conjunto.

Vickhoff dice en la BBC que “cuando estás cantando, lo haces con el aire cuando exhalas y tus pulsaciones bajan. Y entre las frases tienes que inhalar, y el pulso sube (…) si esto es así, entonces los latidos del corazón deberían seguir la estructura de la canción o de las frases”, esto fue lo que midió el estudio y lo que comprobaron sus resultados.

“Nuestra hipótesis es que la canción regula la respiración, ya que se exhala durante las frases y se inhala entre ellas”, subraya Vickhoff.

Y si se hace de manera colectiva, como en los estadios de futbol, “canciones de trabajo, himnos, procesiones en festivales, coros religiosos o desfiles militares. Las investigaciones muestran que rituales sincronizados contribuyen a la solidaridad del grupo”. 

Si se reflexiona sobre esto, recuerda la última vez que cantaste en grupo y seguramente tendrás presente que se eriza la piel y se intensifican los sentidos.

Por su parte, la Universidad de Dinamarca realizó un estudio en el que se estableció que el ritmo cardiaco entre las personas que están cantando también se sincroniza con el de los espectadores.

Cantando en conjunto
A ritmo de un solo corazón

Qué mejor ejemplo de distintas voces unidas en sintonía –al igual que sus corazones– que la película francesa “Les choristes”.

Su banda sonora fue reconocida y galardonada a nivel mundial y a excepción de Jean-Baptiste Maunier (quien es Pierre Morhange, el solista, en la película), los niños que conforman al coro dentro de la trama no son los que cantan realmente, las verdaderas voces son las de “Les Petits Chanteurs de Saint Marc” (o “Los Pequeños Cantores de San Marcos”, en francés).

La banda sonora de esta película es 
de las más exquisitas y recomendadas del cine.

Película recomendada

“Les choristes”
Director: Christophe Barratier
2004
País: Francia

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