Las grandes potencias del mundo se encuentran en una carrera espacial sin precedentes. No solo se trata de colonizar Marte –o la Luna–, de revolucionar las estaciones espaciales o de ir más allá de lo que la imaginación y la tecnología nos han permitido.
Y tampoco se reduce a la eterna carrera por conquistar el cosmos que han protagonizado Estados Unidos y Rusia tal como en la Guerra Fría o de la iniciativa de empresas innovadoras como SpaceX. Hoy, países como Japón, China, India, Irán e Israel cuentan con programas especiales cuyo objetivo es conquistar y poblar el espacio.
Y un poco más atrás, a un paso lento pero seguro, va México. Con la implementación de nanotecnología, un certamen de la Agencia Espacial Mexicana (AEM) y el lanzamiento del primer nanosatélite mexicano, AztechSAT 1, nuestro país ha entrado en esta era de (re)conquistar el universo.
Por cuarto año consecutivo, la AEM realizará el certamen nacional “Misiones Espaciales México”, el cual consiste en diseñar y construir un cohete hidropropulsado de alta precisión y que pueda elevar carga útil, a una altura de demostración científica de 60 metros.
Este tipo de cohete es utilizado en países como Japón para que las nuevas generaciones aprendan sin tener que utilizar elementos con combustible, ya que son impulsados con agua.
La fecha límite de inscripción para el certamen es el próximo 7 de julio.
A su vez, la AEM –junto con ProMéxico– presentó el Plan Órbita 2.0, con el que se busca convertir a México en una potencia aeroespacial. Esto a través de proyectos innovadores que capitalicen la presencia de la industria espacial en nuestro país. También se pretende hacer alianzas a nivel nacional e internacional.
Para el año 2036, esta iniciativa hará lo posible para que México sea un líder global en el uso de tecnologías espaciales.
De México al cosmos
En 2019 será lanzado al ciberespacio el primer nanosatélite mexicano, nombrado AztechSAT 1.
La NASA y la AEM tienen el objetivo de crear un cubo de 10 centímetros que se espera pueda comunicarse con la constelación Globalstar, la cual tiene una altitud de mil 400 kilómetros de la Tierra. El cubo 100 por ciento mexicano será liberado en la Estación Espacial Internacional (EEI).
El AztechSAT 1 será elaborado por estudiantes y profesores de la Facultad de Ingeniería, de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), en un proyecto auspiciado por la NASA y la AEM. Y la agencia estadounidense será la encargada de poner este nanosatélite en órbita.
El cubo será sometido a pruebas de radiación “en una cámara que simula las condiciones espaciales. Estas pruebas serán hechas por la NASA para que verifiquen que nuestro nanosatélite cumple con los protocolos y así pueda ser entregado para su lanzamiento”, dijo el doctor Héctor Simón Vargas Martínez, quien forma parte de la UPAEP y dirige este proyecto.
“Digamos que no es un reto científico porque no es algo nuevo, pero sí es un reto tecnológico lograr que el satélite se comunique con Globalstar, porque no hay otro satélite que lo haya hecho, eso es lo que haremos”, agregó Vargas Martínez.
Dentro de dos años, cuando sea lanzado, el AztechSAT 1 dará vueltas a la Tierra en 90 minutos y tendrá una vida útil en el espacio de entre tres y seis meses, para después caer a la atmósfera de nuestro planeta, en donde se desintegrará por el choque térmico.
Tal vez suene un poco alejado de la actualidad y de tu realidad, pero la implementación de la nanotecnología –mexicana y de otras partes del mundo– es un parteaguas en la biomedicina y en la carrera espacial, sobre todo si se toma en cuenta que será un factor determinante en el éxito de las misiones tripuladas a Marte y más allá.
Como dijo Carolina Gallardo, ingeniera física por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), maestra en ingeniería aeronáutica y tecnología espacial por el Institut Supérieur de l’Aéronautique et de l’Espace (ISAE-SUPAERO) y maestra en astronáutica e ingeniería espacial por la Cranfield University en Inglaterra, otro de los enfoques de la nanotecnología es preservar la salud de los futuros exploradores en el espacio.
“Ya existen estándares de salud y seguridad para proteger a las tripulaciones; sin embargo, hay algo muy desafiante para ahora que queremos ir a Marte, y es el riesgo de cáncer. Si se va a pagar tanto para ir a Marte, se quiere dejar a los seres humanos al menos un año o año y medio, pero la atmósfera es demasiado ligera y la radiación solar puede causarles cáncer, siendo una de las principales preocupaciones de los científicos que trabajan en ello”, señaló Gallardo.
Semana del espacio
La AEM dio a conocer que del 4 al 10 de octubre se llevará a cabo la Semana Mundial del Espacio (SEM) México 2017, cuyo tema central este año será “Explorando nuevos mundos”.
En esta edición se pretenderá superar la asistencia del año pasado, la cual contó con la participación de más de 120 mil personas que acudieron a 800 eventos realizados en los 32 estados del país.