Sacude el cerebro ver a los integrantes de la legendaria banda británica Led Zeppelin en tuxedo. Pero más sacude ver al vocalista de la banda madre del rock progresivo con un nudo en la garganta y los ojos vidriosos. Robert Plant no puede esconder la emoción de escuchar a las hermanas Ann y Nancy Wilson, del dueto roquero Heart, interpretar Stairway to heaven.
Las acompaña una orquesta y un gigantesco ensamble de coros que erizan la piel de cualquiera, y que hacen que tanto Robert Plant, Jimmy Page y John Paul Jones se balanceen, muevan la cabeza e intercambien comentarios al escuchar el solo de guitarra y la potencia de Jason Bonham, hijo del ex integrante John Bonham –el ícono de los decesos por excesos- en la batería.
El homenaje a la banda inglesa fue en el 2012 en el Kennedy Center. Plant no puede esconder sus emociones, las lágrimas se quedan balanceándose en sus pestañas, su piel se enrojece.
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La letra de la canción la escribió Jimmy Page inspirado en el libro Magic Arts in Celtic Britain y para muchos en la época en la que se hizo famosa era de contenido satánico. Al paso de los años han salido versiones que han hecho desde la cantante de country Dolly Parton hasta el ecléctico Frank Zappa.
Durante la interpretación en el Kennedy Center por la banda Heart hasta el propio presidente de Estados Unidos –en ese entonces- Barack Obama hace sutiles hedbangings.
El éxito es inmortal, su clásico inició en la guitarra es la prueba primera para todo aspirante a guitarrista de rock. Fue incluido en el álbum Led Zeppelin IV que vio su luz en noviembre de 1971, y a pesar de su éxito jamás fue editado como sencillo y eso contribuyó a que ese álbum sea de los más vendidos de la historia.
Las lágrimas de Plant no logran rodar por su mejilla pues se van por la escalera al cielo. No es fácil que una canción propia te haga llorar.
