¿Alguna vez te has preguntado a qué sabe la cerveza en el espacio? Los miembros de la cervecería Ninkasi Brewing Company, de Oregon, y del Civilizan Space eXploration Team (Equipo Civil de Exploración Espacial, en español), se lo cuestionaron y encontraron una manera de responderse.
Ambos grupos, decidieron enviar una muestra de levadura de cerveza al espacio, y regresarla a la tierra para usarla como base para una “cerveza espacial”. Para conseguirlo, pidieron la ayuda del Team Hybriddyne, entusiastas de la construcción de cohetes que pueden alcanzar una altura de hasta 30 kilómetros.
El 14 de julio, lanzaron el dispositivo, que atravesó la frontera del espacio y cayó a la tierra usando un paracaídas.
“La levadura atravesó la atmósfera y luego bajó. Escuchamos un boom cuando volvió a entrar a la atmósfera”, dijo a Wired Nikos Ridge, cofundador de Ninkasi.
Sin embargo, el envío de la sustancia al espacio no era el proceso más difícil, sino encontrarlo después de su caída a la tierra. El equipo solo tenía 10 horas para hacerlo, pues la levadura no sobreviviría más de 10 horas en el desierto.
A pesar de que el paracaídas funcionó y se cree que el contenedor aterrizó sin incidentes, los aventureros no pudieron encontrarlo a tiempo, aún con la ayuda de varios helicópteros y un avión.
“Fue sorprendentemente emotivo. ¡Nuestra levadura está perdida en el desierto!”, se lamentó Ridge.
Este no es el primer intento del ser humano por obtener cerveza espacial, ya que en el 2001 la NASA, en un proyecto patrocinado por Coors, fermentó levadura en la Estación Espacial Internacional, y los resultados fueron los mismos que en la tierra.
Por ahora, los exploradores de Ninkasi no planean rendirse.
“Para mí, este es un proceso de estar en la frontera e intentar algo nuevo para la cerveza” aseguró Jamie Floyd, socio de Ridge. “A largo plazo, no sabemos a dónde podríamos llevar a la cerveza y la humanidad”.