La ciudad del futuro
No más plásticos, la era de las tarjetas de crédito está a punto de llegar a su fin, lo in ahora es pagar con la cara. Sí, con la cara. Y no importa si no eres muy agraciado físicamente.
Fabiola Zurita
No más plásticos, la era de las tarjetas de crédito está a punto de llegar a su fin, lo in ahora es pagar con la cara. Sí, con la cara. Y no importa si no eres muy agraciado físicamente.
Yinchuan, es una ciudad al norte de China, en la provincia de Ningxia, que está catalogada como una maravilla técnica. Es considerada un prototipo de “ciudad inteligente”, aunque también sirve de base para plantear problemas de seguridad de datos y privacidad de usuarios.
Lo que es una verdadera experiencia para quien no está muy familiarizado con el mundo de la tecnología ni de sus últimos avances resulta ser el hecho de que en Yinchuan no existen las tarjetas crediticias, sino que para pagar sólo es necesario el rostro de la persona. Y esto es gracias a que el reconocimiento facial ha reemplazado las taquillas de cobro.
Es algo similar al desbloqueo de los smartphones con sensores para huellas digitales, en Yinchuan, las caras de las personas están asociadas a sus cuentas bancarias.
Basureros del futuro
Algo similar pasa con los cestos de basura y los recolectores. Los primeros tienen sensores que avisan cuando ya están llenos para que vayan los recolectores a vaciarlos. Toda la ciudad es como un laboratorio tecnológico viviente. Los contenedores de basura funcionan con energía solar.
Hasta el ir de shopping se ha vuelto obsoleto ya que la población puede ordenar sus alimentos mediante apps y luego pasar a recogerlos en armarios refrigerados en la zona central.
Otra cosa que se destaca son los hologramas, que dan la bienvenida a las personas y además proporcionan información sobre cosas comunes, evitando hacer largas filas así como la pérdida de tiempo.
La salud también importa
En Yinchuan la salud es primordial y las tecnologías futuristas también se aplican.
Haodaifu Online es un portal en internet que enlaza a los doctores con los pacientes, proporcionándole a estos últimos terapia remota y prescripciones.
Los servicios de ese tipo reducen las aglomeraciones en los hospitales y para cirugías.