Choque de generaciones: El día que los Beatles se reunieron con el Rey

Los integrantes del cuarteto de Liverpool estaban acostumbrado a ser tratados como ídolos, sin embargo, sólo una vez en su carrera probaron el otro lado de la moneda, el día en que John, Paul, George y Ringo se reunieron en una mansión de Beverly Hills con su ídolo, ‘El Rey’, Elvis Presley.

La reunión fue tratada como un secreto de estado, a tal grado que no existen grabaciones o fotografías de aquel choque de dos generaciones, sin embargo, el personal que acompañó a los artistas ha revelado, a lo largo de los años, detalles del encuentro.

Indigo Staff Indigo Staff Publicado el
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"Los chicos descubrieron que podían mantener una conversación mucho mejor con sus guitarras de lo que podían con su palabra. La música era su punto de encuentro natural, su medio de comunicación más inteligente”
Tony Barrow

Los integrantes del cuarteto de Liverpool estaban acostumbrado a ser tratados como ídolos, sin embargo, sólo una vez en su carrera probaron el otro lado de la moneda, el día en que John, Paul, George y Ringo se reunieron en una mansión de Beverly Hills con su ídolo, ‘El Rey’, Elvis Presley.

La reunión fue tratada como un secreto de estado, a tal grado que no existen grabaciones o fotografías de aquel choque de dos generaciones, sin embargo, el personal que acompañó a los artistas ha revelado, a lo largo de los años, detalles del encuentro.

Tony Barrow, el jefe de prensa de The Beatles de 1962 a 1968, estuvo presente aquel 27 de agosto de 1965 y hace un par de años narró sus memorias del encuentro, el cual por desgracia para muchos fans fue un tanto acartonado y aburrido.

“¿Por qué haces en estos tiempos esas películas de baladas suaves? ¿Qué pasó con aquel buen rock and roll de los viejos tiempos?, fue la primera pregunta que Lennon le hizo al Rey, el cual simplemente sonrió, según ha contado Barrow.

En un inicio, los cuatro músicos no estaban muy seguros del encuentro, sobre todo por el temor al río de periodistas y fotógrafos que esto generaría, ellos querían conocer a su ídolo, pero no en medio de un circo mediático lleno de flashes, empujones y golpes de micrófono.

De allí que no existan registros visuales del encuentro, ambos equipo coincidieron en que la prensa no tenía cabida. La cita quedó pactada para la noche del 27 de agosto. Los cuatro músicos fueron llevados ante el Rey en un convoy de limusinas color negro.

“La casa de dos plantas estaban en una colina. Era un edificio enorme y redondo, con un montón de ventanas y un amplio jardín delantero con un Rolls Royce y un par de Cadillacs estacionados”, narró Barrow en octubre de 2011.

La llamada Mafia de Memphis custodiaba la entrada al palacio del Rey, sin embargo, al reconocer los peinados mop top de los cuatro Beatles, los guardias cambiaron su serio semblante por una sonrisa y abrieron paso para que entrarán los jóvenes británicos.

“Cuando los dos grupos se vieron hubo un silencio extraño”, John intentó romper el hielo con aquella pregunta un tanto incómoda, sin embargo, la táctica no funcionó, la plática se llenó de silencios incómodos y conversaciones sosas, hasta que el Rey pidió que llevaran unas guitarras a la sala.

 “Los chicos descubrieron que podían mantener una conversación mucho mejor con sus guitarras de lo que podían con su palabra. La música era su punto de encuentro natural, su medio de comunicación más inteligente”, contó el vocero el grupo.

Ringo, al no tener su batería cerca, pronto se sintió aburrido y prefirió jugar una partida de billar con los miembros de la Mafia de Memphis, mientras los otros tres tocaban con Elvis canciones como I Feel Fine, una pieza del cuarteto de Liverpool, entre otras.

“Todo el mundo cantaba. Elvis tocaba unos acordes de guitarra para Paul y le decía: ‘Mira, ya estoy practicando ” Y Paul bromeaba: ‘No te preocupes, entre Brian Epstein (el mánager de Los Beatles) y nosotros te convertiremos en una estrella'”, señaló Barrow.

Como en la mayor parte de la carrera de Elvis, el Coronel Parker, decidió que la fiesta debía terminar y comenzó a repartir regalos a los asistentes, al tiempo que dejó abierta una puerta para que el Rey diera un gira por Reino Unido, algo que nunca sucedió.

“Recuerdo que, cuando llegamos a nuestras limusinas, John imitó el acento de Adolfo Hitler y le gritó: ‘¡Larga vida al rey! “Ellos trataron de tomar el encuentro a la ligera y no mostrar demasiado la adoración a su ídolo, pero Elvis Presley fue una de las influencias principales de los Beatles”. 

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