Mientras el efecto Weinstein repercute en distintas esferas internacionales con las denuncias sexuales, también al interior de la iglesia se busca alzar la voz con el movimiento #ChurchToo, el cual se originó prácticamente al mismo tiempo que el #MeToo pero ha tenido menos impacto en los medios.
Desde noviembre pasado el hashtag ha sido utilizado en redes sociales por usuarios que han vivido experiencias de abuso sexual por parte de miembros al interior del clero y ahora empieza a cobrar puestos religiosos que dimiten por los escándalos de extorsión física.
La comunidad religiosa Willow Creek la cual tiene un potencial de influencia arraigado en la ciudad de Chicago, Illinois fue apuntada a que su pastor dirigente y fundador Bill Hybels cometió abuso y acoso sexual, esta iglesia se había estado haciendo de la vista gorda desde hacía cinco años respecto a los señalamientos.
Heather Larson quien es pastor principal anunció que ella junto a Missy Rasmussen y ocho miembros más renunciaban a sus puestos clericales para que la iglesia pueda tener un nuevo comienzo y ambas admitieron que estuvieron protegiendo a Hybels.
“A todas las mujeres que salieron a denunciar, lamentamos que hayamos sido parte de su dolor. Lamentamos que nuestras declaraciones iniciales fueran tan insensibles, defensivas y reflexivamente protectoras de Bill. Exhortamos a Bill a que reconozca su pecado y se disculpe públicamente”, dijo Rasmusssen.
La iglesia de Willow Creek tiene alrededor de 25 mil miembros, lo cual le convierte en la quinta entidad religiosa más grande en Estados Unidos.
Hybels ha sido exhibido como hostigador sexual en los últimos meses en Chicago, e incluso medios locales como Chicago Tribune y Christianity Today han destapado los casos, pero esta es la primera vez que se toma una acción directa desde Willow Creek, a pesar de que ya había sido denunciado hace cuatro años.
Willow Creek inició una investigación interna ya que siete mujeres se atrevieron a alzar la voz en abril, ese mismo mes se le ofreció retirarse a Hybels con seis meses de anticipación a su retiro oficial de seguir al interior de la cúpula religiosa.
Esto escaló cuando el New York Times logró el testimonio de la ex asistente de Hybels en los 80, Pam Baranowski que declaró que el pastor abusó de su confianza y le exigía darle sexo oral en distintas ocasiones.