Ciberterrorismo sin fronteras

En la actualidad las armas no se conforman con el plomo y la pólvora, los ataques traspasan los límites establecidos por las naciones, convirtiendo a las palabras en la nueva bomba que amenaza a inocentes.

A los periodistas mexicanos Álvaro Delgado y Aranzazú Ayala, de la revista Proceso y el portal noticioso Lado B, los amenazaron de muerte en días pasados vía Twitter, tras haber condenado el asesinato de su homóloga veracruzana Anabel Flores Salazar.

Y a nivel internacional el grupo yihadista Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) aprovecha tanto el sitio de los 140 caracteres como Facebook, para esparcir sus mensajes terroristas.

Ante eso, Facebook anunció que gratificará a los usuarios de su red social que reporten propaganda de esta y otras organizaciones criminales, el incentivo son créditos en anuncios publicitarios dentro del portal de Mark Zuckerberg con valor de hasta mil dólares, de acuerdo a The Wall Street Journal.

Internet vs. amenazas

El esfuerzo que ha dado Facebook para contrarrestar los discursos de odio tanto de ISIS, como grupos neonazis es solo un bastión de combate contra estos movimientos insurgentes, ya que Google, Twitter y Telegram han hecho lo suyo para frenar la ideología terrorista.

En noviembre pasado, la aplicación de mensajería Telegram suspendió casi 80 canales públicos que estaban vinculados con ISIS. Los foros de comunicación se encontraban disponibles en 12 idiomas distintos.

Google se une al combate a través de su servicio de anuncios, AdWords, para quienes busquen campañas terroristas y encuentren mensajes antiterroristas en sus resultados. Esta nueva programación para frenar grupos de odio está en fase piloto.

Después de un monitoreo, Twitter suspendió alrededor de 125 mil cuentas que promovían las acciones bélicas de ISIS en 2015, la red social condenó la manipulación de su sitio web y desde entonces ha reforzado la seguridad informática para observar el comportamiento de usuarios sospechosos.