“Huele a orines”, pronuncia el chofer de Uber que no alcanza a entrar en el desnivel vehicular que lleva horas cerrado esperando a que suceda un evento especial denominado “Locura de medianoche”.
El transportista tenía razón.
Cerca de las 11 de la noche los voluntarios del Festival Internacional de Cine de Guanajuato (GIFF) van a contrarreloj pasando en grupos al público a sus lugares dentro del auditorio improvisado: el Túnel del Sol que se encuentra aledaño a la Alhóndiga de Granaditas.
La función debía haber iniciado a las 22 horas, pero eso no le importa a Ernesto quien llegó a las 21:30 horas para apartar su lugar en la tercera fila de ese cine clandestino, él fue voluntario en una edición pasada del GIFF y sabe que su imaginación tendrá recompensa al final de la noche.
Este programa de cortometrajes experimentales ya es un clásico dentro de las actividades del GIFF, por lo que casi 200 personas estaban ansiosas por que iniciara la función que ofrecía piezas provenientes de Francia, Estados Unidos, Suecia, Japón y más.
Una vez iniciada la proyección la atención de los presentes a la pantalla era unánime, aunque los mini films no tuvieran subtitulaje al español y en ocasiones solo fuera en inglés eso no impedía que se perdiera el interés del público.
El run run pasajero de vehículos en un túnel paralelo ambienta en momentos la exhibición del GIFF, los voluntarios ya cansados por tener una jornada de alrededor de 12 horas se repliegan al final de las sillas portátiles donde fuman un cigarrillo, revisan su celular o toman un refrigerio.
Al término de cada cortometraje una lluvia de aplausos inunda el túnel en cuestión, algunos abandonan su asiento para no volver y más curiosos siguen llegando, pero conforme avanza la noche, más de la mitad ya partieron con rumbo desconocido.
La muestra de películas cortas incluyó tanto animación como live action, los que variaron en temas diversos y experimentales, como por ejemplo “Ultra pulpe” que mezcla la ciencia ficción con toques gore y post-apocalípticos que además irrumpen en un discurso metacinematográfico.
También “Dead, tissue, love” de la cineasta británica Natasha Austin-Green narra con imágenes casi inamovibles la fijación necrófila de una mujer y su deseo exacerbado por explorar esta prohibición social.
Sin duda una de las animaciones que causaron el gusto del público fue “Agua viva” realizado en Miami, Florida, que habla de una inmigrante china que se siente ajena a la población de la ciudad turística y cuestiona su cotidianeidad en esta nueva nación, al final de su proyección el productor de la cinta corta pasó a compartir anécdotas de producción.
Otra de las curiosidades que se mostraron en el Túnel del Sol fue “Tightly wound”, caricatura que refleja la vida de una mujer que tiene vaginismo y como esto le afecta en su emocionalidad, además de que busca luchar contra el tabú de que tiene que dejar de ser virgen al llegar a sus dos décadas de vida.
Alrededor de la una de la mañana, entre bostezos, asientos vacíos y un “cine” con goteras en las entrañas de la ciudad de Guanajuato, la muestra de cortos terminó, aunque no faltó uno que otro despistado que de pronto decía “¿No faltan más?” y se quedaba con ganas de un último filme como bocado de medianoche.
