Cómo disfrutar del arte
¿Cuántas veces te has sentido un poco aburrido en un museo o galería de arte? Incluso si es tu corriente artística favorita o tu pintor preferido.
María Alesandra Pámanes¿Cuántas veces te has sentido un poco aburrido en un museo o galería de arte? Incluso si es tu corriente artística favorita o tu pintor preferido.
Tracy Chevalier, autora de la novela “La joven de la perla”, habla de esa sensación en la que, tras haber transcurrido entre 15 – 20 minutos, ya no ponemos atención, no estamos conectados. “Estoy pensando en esa taza de café que necesito desesperadamente para despejarme. Sufro fatiga de las galerías”, dice en una reciente plática en TED. A pesar de que seamos (me incluyo) apasionados del arte, estoy convencida de que todos hemos padecido esa fatiga alguna vez. Chevalier señala que hasta siente un poco de culpa por estar fatigada ante obras maestras, “veo las pinturas expuestas y creo que son lo suficientemente buenas para estar ahí, pero no siempre concuerdo (…) y salgo sintiéndome infeliz (…) no es una experiencia agradable salir así de una galería”.
Entonces, recomienda que elijamos. Siguiendo su táctica, se puede disfrutar ampliamente de la experiencia de conectar con el arte.
Primero, recorre la galería o sala rápidamente, después identifica las obras que captaron su atención, “soy mi propia curadora. Escojo una pintura. Puede ser una sola entre 50″. Por último, frente a la elegida, se cuenta una historia sobre la misma.
¿Qué historia?, ¿por qué una historia? La escritora afirma que “nuestro ADN nos dice que contemos historias (…) lo hacemos porque tratamos de darle un poco de sentido al mundo, y a veces las historias tratan de ponerle algún orden”.
En la plática señala (como era de esperarse) a “La joven de la perla”, la obra de Johannes Vermeer.
¿Qué la llevó a escribir una de sus novelas más exitosas? –basada en esta pintura– la respuesta es simple: la historia.
Desde el principio se sintió atraída por los colores y la luz. Pero más allá de eso, la cautivó la mirada de la joven, “¿qué le hizo el pintor para que ella mirara así?”
Fue cuando comprendió que no era una pintura de una niña, sino de una relación. Durante la plática explica cómo hizo suya la obra de la joven que lleva un hermoso arete con una perla y hace referencia a otra obra, “Castillo de naipes” de Chardin.
Su estrategia para admirar el arte es selectiva y permite que nos enfoquemos, logrando encontrar un universo aún más amplio del que ya gozan las pinturas, dándoles vida propia.
El arte y sus historias
Plática de Tracy Chevalier