Previo a la ceremonia de los Premios Oscar mucho se habla del glamour que rodea a la industria de Hollywood, pero poco es lo que se cuenta sobre el complejo proceso que debe llevarse a cabo para que los nominados regresen a casa con la estatuilla.
Lograr la nominación y posteriormente el galardón depende de los votos que los miembros de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de Hollywood den a cada una de las películas nominadas.
La Academia está compuesta por un gran número productores, directores, actores, guionistas, fotógrafos y diversos técnicos. Este año el organismo está compuesto por 6 mil 687 miembros, los cuales votan en las diferentes categorías del galardón.
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El método que se utiliza consiste en que cada uno de los miembros coloca a las películas en orden de lista, es decir, los cineastas le asignan un número en orden de preferencia a las obras que consideren mejores.
La película ganadora es aquella que haya obtenido el 50 por ciento de los votos. Este método se utiliza para evitar favoritismos, pues muchas veces los mismos miembros de la Academia están nominados para la estatuilla.
Es decir, que si una actriz es parte de la academia, pero también está nominada al Oscar, debe votar también por las otras candidatas, así se evita que los nominados voten sólo por sí mismos, así la entrega del premio es más equitativa.
Sólo en la votación a mejor película participan todos los miembros, mientras que en las demás categorías votan aquellos que pertenezcan a una profesión específica, por ejemplo, sólo los fotógrafos pueden elegir al ganador a mejor fotografía.
PricewaterhouseCoopers ha sido la consultora que por más de 80 años ha contabilizado los votos de cada uno de los miembros de la Academia, además es la encargada de llevar personalmente los sobres con los nombres de los ganadores hasta el Dolby Theatre.
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La secrecía con la que se resguardan los ganadores es tal que la consultora prepara dos sobre con los nombres de los ganadores, los cuales son llevados a la ceremonia por dos empleados que toman rutas separadas y secretas.
Como cuidado adicional, los dos socios de PricewaterhouseCoopers, memorizan los nombres de los ganadores, en caso que los sobres llegarán a perderse, todo con la finalidad que la identidad de los vencedores se dé a conocer durante la transmisión en vivo.
Además, los representantes de la consultora se encuentra siempre detrás del escenario y entregan los sobres a los presentadores de los premios inmediatamente ante de que salgan al escenario a pronunciar la frase “y el Oscar es para”.
Con información de PricewaterhouseCoopers y The Oscars