Los videojuegos son un arte, esa aseveración puede abrir la brecha hacia un debate de horas sin parar. Al menos para el Museo de Arte Moderno de Nueva York, MoMA, 14 títulos de videojuegos reconocidos desde la década de los 80 son arte digno de exhibirse en sus salas.
En la primera colección figurarán videojuegos como Pac-Man (1980), Tetris (1984), SimCity (2000), Passage (2008) y Canabalt (2009). Además, planean que la cantidad de títulos ascienda a 40 e incluir otros más, tales como Minecraft (2011).
Paola Antonelli, del departamento de diseño y arquitectura del museo, dijo que los videojuegos son arte y que “han sido elegidos como ejemplos excepcionales de diseño interactivo, un campo que MoMA ya ha estudiado y recogido ampliamente”.
Y es que tanto Antonelli como la decisión del museo enfatizan “no solo en la calidad visual y la experiencia estética de cada juego (también) en la elegancia del código al diseño del comportamiento del jugador”. Además, el MoMA planea ampliar su colección e incluir otros videojuegos populares como Asteroids (1976), Donkey Kong (1981), Super Mario Bros. (1985), The Legend of Zelda (1986), Super Mario 64 (1996), entre otros.
