¿Correr o no correr?
Correr maratones es sinónimo de ejercicio, disciplina, esfuerzo y condición. Sus beneficios son muchos, pero también, este tipo de actividad física conlleva riesgos para la salud.
Algunos de los requisitos fundamentales son tener la preparación adecuada, hidratarse y someterse a una prueba de esfuerzo, recomendación obligada para las personas que pasan los 40 años. De hecho, para las personas de esa edad, también se aconseja hacerse un electrocardiograma previo a correrlo.
María Alesandra Pámaneshttp://www.youtube.com/watch?v=unKYtOsFsew
Correr maratones es sinónimo de ejercicio, disciplina, esfuerzo y condición. Sus beneficios son muchos, pero también, este tipo de actividad física conlleva riesgos para la salud.
Algunos de los requisitos fundamentales son tener la preparación adecuada, hidratarse y someterse a una prueba de esfuerzo, recomendación obligada para las personas que pasan los 40 años. De hecho, para las personas de esa edad, también se aconseja hacerse un electrocardiograma previo a correrlo.
El mayor problema es que las personas se pueden volver “adictas” a correr maratones, por lo que tienden a comer poco, adelgazar mucho y entrenar en exceso, lo que puede ser contraproducente para su salud.
En el 2010, se publicó un estudio en la Sociedad Europea de Cardiología, en el que se estableció que aumenta el riesgo de tener problemas cardiovasculares, con mayor ímpetu en los hombres.
Las estadísticas señalan que el riesgo de muerte repentina en un maratón es de 1 a 4, por cada mil personas. Siendo los hombres los de mayor tendencia.
Incluso para los jóvenes también hay riesgo, entre los decesos más comunes están por arritmia cardiaca o por una hiponatremia (beber exceso de agua).
Y en el caso de las mujeres, también hay riesgos relacionados a correr maratones. Según Julie Hobart y Douglas Smucker, en American Family Physician, dicen que las mujeres pueden padecer la triada atlética, la cual es un conjunto de tres factores: osteoporosis, amenorrea (falta de menstruación) y trastornos alimenticios.
Cuando una mujer que corre padece amenorrea, la causa es el exceso de ejercicio y la falta de nutrición. Lo que disminuye los niveles de estrógeno en el cuerpo, por lo que cesa la menstruación. Algo muy parecido le sucede a las que practican ballet.
Aunque no se deben de ignorar los riesgos, correr maratones es una actividad que puede realizar –en teoría– cualquier persona.
Judy O’Sullivan, de la Fundación Británica del Corazón, dice que los “maratones presentan un desafío físico enorme, así que es importante entrenar antes y asegurarse de que desarrolla su rendimiento gradualmente y con seguridad”.
Un estudio publicado en el American Journal of Sports Medicine, recopiló los datos sobre muertes en maratones en Estados Unidos, entre los años 2000 y 2009.
Julius Cuong Pham, de la Johns Hopkins University School of Medicine y autor de esa investigación, encontró que en esos años solamente fallecieron 28 personas durante la carrera o bien, un día después.
El experto dice que sus “datos muestran, claramente, que correr maratones es seguro para la mayoría”, sin embargo, no todas las personas son aptas para actividades extenuantes o que demanden un esfuerzo adicional al que su cuerpo es capaz de dar.
Y William Kraus, coautor del estudio, dijo que el ejercicio “debe hacer a las personas felices, (…) creo en el ejercicio para estar saludable (…) pero no puedes ignorar las estadísticas (de los estudios)”.
Corre, mujer, corre
Aunque los beneficios de hacer ejercicio y correr maratones son igual de efectivos tanto para hombres, como para mujeres, “generalmente no es peligroso para las mujeres que entrenan y corren en maratones, siempre que se mantenga la nutrición adecuada y tomen precauciones”, dice Michael Lu de la UCLA School of Medicine.
Pese al boom actual de hombres que corren maratones, las mujeres tienden más a recurrir a este tipo de actividad física.
Bill Comer, de Community Running, asegura haber entrenado a mil personas para correr maratones y “el 65 por ciento de esas personas han sido mujeres”.
Pero eso no significa que ellas no deban de tomar en cuenta los riesgos que conlleva correr maratones. Sobre todo aquellas que no tienen preparación y entrenamiento adecuado.
A pesar de eso, para ellas los riesgos de accidentes cardiovasculares, según las estadísticas de muertes de años, son menores que para los hombres.
Triatlón después de los 40
Los hombres que hacen triatlones y tienen 40 o más años –no solo los que corren maratones–, también tienen riesgos que deben de tomar en cuenta y precauciones que van más allá de un entrenamiento adecuado.
De hecho, de acuerdo a National Institutes of Health, en Estados Unidos, el “último empujón” antes de llegar a la meta, puede ser el último “respiro” de la persona, ya que puede detenerse el corazón de manera súbita.
Sobre todo si padece de alguna condición cardiaca. Según la institución mencionada, los hombres son dos o tres veces más propensos a sufrir un paro cardiaco durante un triatlón.
Y en el 2012, un estudio publicado en la revista científica Proceedings, de la Clínica Mayo, reveló que, para los hombres después de los 40, el riesgo de muerte es dos veces más alto que en los maratones.
Muchas personas creen que por entrenarse para este tipo de eventos y actividades físicas, su salud mejorará y esto se traducirá en una mejor calidad de vida, cuando deben de tomar en cuenta que “la moderación siempre es mejor”, dice James O’Keefe, quien es cardiólogo deportivo y jefe del Departamento de Medicina Preventiva del Mid America Heart Institute en Kansas City, Missouri.
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