Cristina Vázquez, la primera mexicana en formar parte del Consejo Directivo de la Asociación de Profesionales de las Artes Escénicas.
México es, sin duda, uno de los países donde se hacen grandes trabajos escénicos. Teatro, danza, performance y cabaret, entre otras disciplinas, acaparan los recintos culturales del país para invitar a la gente a vivir una experiencia inolvidable, pero efímera a la vez; sin embargo, esta industria sufre una gran crisis provocada por las bajas audiencias, la falta de pagos y el poco apoyo del gobierno mexicano.
Dentro de este panorama un tanto desalentador, la comunidad artística sigue demostrando que la calidad de su trabajo y de sus producciones no le piden nada a otras que se hacen en las grandes capitales de las artes escénicas como Nueva York, Madrid o Buenos Aires; ejemplo de ello es la labor de Cristina Vázquez, quien este año se convirtió en la primera mexicana en formar parte del Consejo Directivo de la Asociación de Profesionales de las Artes Escénicas (APAP) desde su fundación en Estados Unidos hace 63 años.
El nombramiento de Cristina Vázquez, quien es productora y promotora cultural con más de 20 años de experiencia, se aprobó a través de una votación que tuvo lugar en Nueva York. Ella trabajará con una veintena de colegas por un periodo de tres años con opción de ser reelegida para un trienio más.
“Es un gran logro para los artistas mexicanos, si puedo decirlo, porque al final del día es la primera vez que una persona mexicana, quien además es mujer, está dentro del consejo de APAP. Desde hace algunos años están trabajando por la inclusión, la diversidad y la equidad; entonces, el consejo tiene que estar representado por todos los grupos culturales, raciales y de género”, explica la promotora mexicana, en entrevista con Reporte Índigo.
El trabajar activamente en ambos países le permite a Cristina Vázquez entender el funcionamiento de las dos partes perfectamente, por lo que ella se considera una “traductora cultural”, porque a pesar de la cercanía de sus territorios, sus diferencias son enormes.
Su trabajo cobra mayor relevancia porque, muchas veces, en el ámbito escénico ni los artistas entienden cómo funciona la mente de los estadounidenses y por ende ni los procesos de contratación, y lo mismo sucede al tratar de comprender el sector cultural mexicano que funciona desde un ámbito totalmente público.
Vázquez asegura que su nombramiento dentro de este consejo directivo es el resultado de la suma de muchos mexicanos que antes que ella pisaron suelo norteamericano para sembrar la tierra, por lo que ahora le tocó a ella recolectar todo ese esfuerzo que sin duda seguirá dando frutos.
Los objetivos de Cristina Vázquez
La mexicana tiene claro lo que quiere conseguir como miembro de la APAP: lograr más presencia de artistas mexicanos en Estados Unidos para ayudar a cambiar la imagen que se tiene de su país, sobre todo en medio de los temas políticos de ambos territorios.
Una de sus primeras acciones será intentar acercar entre ellos a ambos agentes, para ello traerá a México a un experto norteamericano para que platique con una red de programadores y promotores independientes de todas las artes escénicas para que les explique cómo funciona un programa de fondos y los artistas puedan viajar a otros países.
La segunda acción será llevar a mexicanos a un encuentro de managers y agentes en Nueva Orleans que sucederá en abril de este año. “Lo que se busca es que los artistas mexicanos sean representados por agentes estadounidenses en aquel país, para que las compañías no comerciales puedan entrar al mercado”, asegura Cristina Vázquez.
Otro de los temas que trabajará tiene relación con las visas de trabajo para que los mexicanos puedan presentarse en Estados Unidos, ya que ahora los trámites son muy largos y costosos. ejemplo, hay grupos que desde Por agosto del año pasado solicitaron la visa de trabajo y es fecha que no tienen una respuesta.
“Buscaré poder reunirme sobre todo con las autoridades de la Secretaría de Cultura federal para tratar de hacer estas visas de trabajo más accesibles para los artistas mexicanos, que haya asesorías para los tramites o incluso intentaré meter presión a Estados Unidos a través del canciller Marcelo Ebrard para que pueda existir una manera de que estas visas sean aprobadas o rechazadas más rápido”.
Esta labor es importante para Cristina Vázquez porque, asegura, ayudará no sólo a los mexicanos que viven en Estados Unidos, sino a todo el país para cambiar la manera en cómo se ve a México, porque falta mostrar más el ámbito contemporáneo.
‘Este es mi lugar’
Cristina Vázquez no proviene de una familia de artistas, pero sí de una que desde pequeña le inculcó el gusto por la cultura, sobre todo por la danza. Ella recuerda cómo su madre de pequeña la llevaba a eventos artísticos y desde ahí comenzó a sentir empatía y gusto por este sector.
“Desde pequeña practiqué ballet, danza folclórica y contemporánea. Nunca quise estudiar una licenciatura en danza, pero finalmente en la adolescencia se mezclaron muchas cosas y terminé estudiando Comunicación, pero seguía con la danza”, platica.
En algún punto de su formación artística la vida la llevó a producir y trabajar como gestora cultural en el Instituto de Cultura de su natal León, Guanajuato, por 10 años en el ámbito público. Pasó por todas las áreas de la institución, desde Cultura de las comunidades, Comunicación, Relaciones Públicas, recolección de fondos y programación.
“Una profesión muy mal pagada, pero muy gratificante. Entendí que este es mi lugar y yo de aquí no me muevo”, dice Cristina al referirse a su profesión, la cual ejerce ahora de manera independiente desde Chicago.
Ella sabe que los artistas tienen que salir de su país, confrontarse con otras culturas y tener espacios en otras naciones para lograr intercambios de trabajo y así poder crecer en su formación.
“La prioridad de esta administración no es la internacionalización; entonces, no hay dinero para aviones como sí lo hubo en otras y soy totalmente apartidista. El año pasado no se hizo el ENARTES que era el festival que le permitía a los artistas mexicanos acercarse a programadores internacionales y no hacerlo fue un error”, confiesa la mexicana.
Impulsar a las artes escénicas dentro y fuera de México permitirá mostrar un país donde se hace una gran diversidad de cosas.