Crítica ‘Amenaza bajo el agua’: mejor no desperdicies tu dinero
Querido, lector: Mi opinión vertida en La Cinemágora y en este artículo no representa la perspectiva del medio
Carlos RamírezLas películas de terror basadas en animales salvajes han gozado de cierta evolución con los años desde la explosión taquillera del clásico cinematográfico Jaws, de Steven Spielberg. De hecho, Quentin Tarantino colocó a Infierno en la tormenta, de Alexandre Aja, como una de las mejores películas del 2019.
Bajo ese enfoque es que cada vez más cineastas y productoras le han dado oportunidad a este tipo de filmes. Por ejemplo, Black Water: Abyss (Amenaza bajo el agua), una secuela que llega a las salas mexicanas con el reto de entretener en medio de una endeble pandemia.
La cinta está dirigida por Andrew Traucki, quien en 2007 estuvo a cargo de Black Water, la precuela del estreno en la que también el animal salvaje es un inmenso cocodrilo.
Sin embargo, Traucki se distingue por ser un cineasta que se mueve en proyectos de bajo presupuesto como Jungle en 2013.
¿DE QUÉ VA?:
Un grupo de amigos que exploran un extraño sistema de cuevas en el norte de Australia se ve amenazado por una manada de cocodrilos.
Una mala aventura
Si pudiéramos enumerar todos los clichés del cine de terror e introducirlos en una película sería en esta. Black Water: Abyss (Amenaza bajo el agua) es la típica historia de un grupo de amigos que en busca de una aventura terminan pasando por una desgracia.
Con un toque de supervivencia humana en medio de una asfixiante cueva, el grupo de amigos se enfrenta a un cocodrilo gigante por lo que la película se encuentra entre el thriller y el terror.
La cinta ha sido elogiada pues aseguran es la combinación de claustrofobia, oscuridad, agua turbia y un cocodrilo grande lo que te hacen pasar miedo. “Un tenso thriller”, señaló la revista Variety.
“Traucki genera una creciente sensación de claustrofobia y amenaza, y darnos solo vislumbres fugaces del cocodrilo aumenta el horror”, anotó Rue Morgue Magazin, en su reseña.
No obstante, se trata más bien de la explotada fórmula de escape de este tipo de propuestas que escasamente logran sobresalir entre otras iniciativas del mismo género.
También hay que recalcar que Amenaza Bajo el Agua es una secuela de Black Waters, una película de terror australiana de bajo presupuesto que no es muy conocida y que de todas maneras no es necesario ver para entender lo que sucede en esta entrega.
Ante ello, Traucki parece incapaz de encontrar algo nuevo o fresco que hacer con este concepto que necesita que se le de un buen giro para que de verdad capture la atención del espectador.
Esto no significa que Amenaza Bajo el Agua no tenga sus buenos momentos de tensión, en los que te puedes encontrar preocupado por lo que sucederá.
Ahí es la única parte de la cinta cuando Traucki demuestra habilidad para crear suspenso aprovechando el silencio y los espacios cerrados, incluso cuando solamente los utiliza para hacer jumpscares.
Aún así se sigue reflejando el mismo problema, se siente como una película que hemos visto una y otra y otra vez.
La misma historia, los mismos personajes, los mismos sustos, la misma música, nada resalta, nada sobresale y por eso Amenaza Bajo el Agua se vuelve una película más del montón que si bien puede garantizar que el espectador se la pase bien un rato, no será capaz de recordarla con el paso del tiempo.
Recomendación: Mejor no desperdicies tu dinero