Crítica Aves de Presa: basura para cinéfilos; oro para los fans de DC
Querido cinéfilo, esta crítica de ‘Aves de Presa’ NO CONTIENE SPOILERS, por lo que si no has visto la película puedes leerla tranquilamente
Carlos RamírezPara Margot Robbie, interpretar a Harley Quinn, en 2016, fue caminar en terreno desconocido, porque el personaje nunca había aparecido en el cine; pero, su interpretación en Escuadrón Suicida fue singular, por lo que propuso a los ejecutivos de Warner una película en solitario llamada Aves de Presa.
Con proyectos en puerta como Wonder Woman 1984 y The Batman, el Universo Extendido de DC Comics, presidido por el historietista Jim Lee, estrenó esta nueva producción dirigida por Cathy Yan (Dead Pigs, 2018) y producida por la propia Robbie, quien esta vez estudió a fondo uno de los cómics más importantes de su personaje, el Vol. 3 Kiss Bang Stab.
¿DE QUÉ VA?:
Tras un intenso, loco y tóxico romance, el Joker rompe con Harley Quinn, quien, inconsolable, buscará recuperar un diamante, con ayuda de Black Canary, Huntress y Renée Montoya, para no ser asesinada por uno de los más temidos villanos de Ciudad Gótica: Black Mask.
LO BUENO: ACROBACIAS Y SECUENCIAS COLORIDAS
En alguna entrevista, Margot Robbie bromeó que algún día le gustaría poder hacer todas las acrobacias que Harley Quinn realiza dentro de la película. La actriz originaria de Australia destacó, en gran parte, el trabajo de los stunts en el filme.
Y sí. Sin duda alguna, lo más vistoso de Aves de Presa son las acrobacias y coreografías de acción que desarrolla conforme la historia avanza y con diferentes enemigos y personajes, así como el aprovechamiento de la utilería conforme los escenarios lo permiten.
Harley Quinn, Huntress (Mary Elizabeth Winstead), Black Canary (Jurnee Smollett-Bell), y Renee Montoya (Rosie Pérez), cada una de ellas expresa un estilo de pelea diferente, así como movimientos que hacen ver que el trabajo de acrobacias es impecable.
No por nada algunos críticos estadounidenses la vincularon a John Wick, trilogía que también se ha hecho famosa por la labor de los stunts detrás de cámaras.
En consecuencia, las secuencias de acción son sumamente atractivas, también, por la explosión de colores que se imprime en la fotografía, como si de un festín de tonalidades y neones se tratara.
Lo anterior no sorprende al conocer que el director de fotografía es Matthew Libatique (Réquiem por un sueño, El cisne negro), quien también ha dirigido videos musicales y que, en esta cinta, parece otorgarle una tonalidad extravagante a los colores así como a las secuencias de acción.
Y en cuanto a la inclusión, la detective Renee Montoya se convierte en el primer personaje abiertamente gay en una cinta de DC y se puede ver a su pareja en una de las escenas.
Destacar también el trabajo de la actriz Jurnee Smollett-Bell en su papel de Black Canary, pues cantó de verdad en todas las escenas que su personaje debe interpretar una canción.
LO MALO: ABUSO DE MÚSICA, PERSONAJES RIDÍCULOS Y MÁS
Si en Escuadrón Suicida nos hartamos hasta el gorro de escuchar canción tras canción en cada escena del largometraje, y sin motivo alguno, en Aves de Presa ese estilo mix de antro loco de La Roma regresa.
Es posible que esto sea justificable debido al carácter infantil y alocado de Harley Quinn; pero, ¿de verdad se necesita una canción cada cinco segundos para una película de este estilo?
Lo anterior sólo es una piedrita en el zapato en comparación de la pésima actuación de Ewan McGregor en su personaje de Black Mask. Parece que el británico se inspiró en esos villanos de los noventa que son recordados por ser un chiste.
El Acertijo de Jim Carrey o Dos Caras de Tommy Lee Jones eran una burla hecha y derecha. Pues bien, Black Mask se une a ese club de payasos sobreactuados y sin gracia con un villano que más que infundir miedo da vergüenza.
No es broma, pero el propio McGregor dijo, indirectamente, que su personaje era homosexual. Y sí, jóvenes. Tan sólo basta ver un rato la cinta para entender que cambiaron totalmente al personaje de los cómics a un completo desconocido. Y ojo, no soy homofóbico.
Pero no es todo. De tantos agujeros de guion, Aves de Presa parece más bien una avenida de Ecatepec, ya que a cada momento presenta hoyos en su historia que en ningún momento son explicados ni resueltos.
Cientos de muertos en Ciudad Gótica y ¿dónde demonios está Batman? ¿Qué le pasó al Joker? ¿Dónde están los demás miembros del Escuadrón Suicida? ¿Por qué la policía es tan estúpida al punto de parecer mero adorno en la historia?
Vamos, que tan sólo las motivaciones de cada una de las Aves de Presa son ridículas: venganza, fama y reconocimiento. Ni siquiera cuentan con un respaldo sólido en su historia y nos las presentan demasiado rápido como para empatizar con ellas.
Extraña, además, que el guion sea tan deficiente en su manera de narrar la historia y vaya de un lugar a otro cuando fue escrito por Christina Hodson, quien previamente trabajó en la laureada Bumblebee (2018).
Por último, Aves de Presa busca aglomerar personajes del universo DC sin tener un objetivo claro, ya que Cassandra Cain, quien en los cómics asumió el manto de Batgirl y Black Cat, en la película es sólo una niña ladrona.
RECOMENDACIÓN: 2 estrellas de 5 (Mala como la carne de puerco)
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— Birds of Prey (@birdsofpreywb) 31 de enero de 2020