Campeona por destino
Damaris Aguirre es una atleta chihuahuense que siempre soñó con representar a México en importantes justas deportivas internacionales, por ello desde que comenzó a practicar halterofilia, dedicó 11 años de su vida para prepararse y ser una digna representante nacional.
Amante del deporte, Aguirre combinaba la escuela con el trabajo, la gimnasia y el “tochito”, todo por gusto y para mantener con la ayuda de sus padres una carrera en la universidad.
Azaneth Cruz
Damaris Aguirre es una atleta chihuahuense que siempre soñó con representar a México en importantes justas deportivas internacionales, por ello desde que comenzó a practicar halterofilia, dedicó 11 años de su vida para prepararse y ser una digna representante nacional.
Amante del deporte, Aguirre combinaba la escuela con el trabajo, la gimnasia y el “tochito”, todo por gusto y para mantener con la ayuda de sus padres una carrera en la universidad.
Luego de cerrarse las clases de gimnasia en su escuela y tras años de práctica, Damaris encontró en el levantamiento de pesas una disciplina que le apasiona.
“Después de que en 2001 la gimnasia ya no era una opción en mi escuela para mantener la beca, busqué otro deporte que lo fuera… pasados los días y dentro de la búsqueda recibí información para realizar pruebas de levantamiento de pesas, por lo que fui, hice el examen y mi entrenador Adolfo del Corral, al observar mi participación, dijo con gran energía: ¿Cuándo empezamos?”, dice en entrevista para Reporte Indigo Damaris Aguirre, medalla de bronce en halterofilia dentro de los Juegos Olímpicos de Beijing 2008.
En la prueba, Damaris y su entrenador se dieron cuenta de que poseía una gran habilidad para este deporte, por lo que pronto se vieron dedicados a entrenar dos veces por día.
Al observar su desempeño, Damaris comenzó a soñar, decretando que algún día ella portaría con orgullo el nombre y los colores de México dentro de una competencia internacional.
Con el objetivo marcado, su meta se hizo realidad un 15 de agosto de 2008, bajo el escenario deportivo más importante: los Juegos Olímpicos.
En la justa, Damaris obtuvo la sexta posición dentro del tablero. En ese momento, los rumores de posible dopaje en los tres primeros lugares ya circulaban entre jueces y asistentes.
“Sí te das cuenta, lo ves en las marcas que levantan… cuando uno entrena un chorro y es disciplinado, lo nota. Sin embargo, no nos corresponde juzgar. Uno va a lo que va, con lo que trabajó y a dar el mejor esfuerzo”, cuenta Aguirre.
En el medallero original, fue la china Cao Li quien subió al podio en el primer lugar, luego de levantar un peso de 282 kilogramos, 37 kilos más que los levantados por la mexicana que terminó en el sexto lugar.
En el segundo puesto quedó ubicada Nadezhda Evstyukhin, de Rusia, seguida de Iryna Kulesha, de Bielorrusia.
Sin embargo, el medallero cambió y nueve años después fue la Federación Internacional de Halterofilia quien anunció oficialmente que debido al dopaje de estas competidoras en la categoría de 75 kilogramos durante los Juegos Olímpicos del 2008, Aguirre fue la merecedora oficial de la medalla de bronce.
La medalla podrá recibirla la mexicana en cuanto el Comité Olímpico Internacional lo haga oficial.
Nueve años después
Sin esperarlo y tras cinco años de haberse retirado, Damaris Aguirre dio a conocer el 29 de agosto de 2017, con la emoción ya aumentada, la noticia oficial de haber traído a su amada tierra mexicana el bronce por su participación en la disciplina de Halterofilia dentro de los Olímpicos de Beijing 2008.
“La noticia me alegró el día ‘aún más’. En el fin de semana, antes que yo anunciara lo de la medalla estuve con mi familia, fuimos a la boda de una amiga de donde venía con la pila recargada y al enterarme, esa pila adquirió más intensidad”, platica Damaris.
La noticia de haber obtenido el tercer lugar dentro de la justa mundial vino de Manuel Galván, un entrenador español que la auxilió en 2010, en las Islas Canarias.
“Yo no había visto el mensaje el fin de semana, fue el lunes que retomé mis actividades laborales que encontré el mensaje que me envío Manuel Galván por Inbox a mi cuenta de Facebook, en él me decía: ‘¡Campeona! Ahora sí eres oficialmente medallista olímpica’”, expone con emoción notable.
Al enterarse, la pesista mexicana llamó a su madre para contarle.
La emoción la invadió y sólo se hizo más grande el agradecimiento a todas las personas que la ayudaron a conseguir el bronce y a abrirse paso en las filas olímpicas y otras justas deportivas.
“Siempre hay alguien que te levanta la toalla cuando la tiras, te la vuelve a dar en la mano y te anima, por eso estoy agradecida con todas las personas que ayudaron a formar a Damaris, la deportista y medallista en halterofilia. Agradezco personalmente a cada miembro del equipo, a mis padres, a mis hijos, a mi esposo y a la vida”, expresa.
Actualmente Damaris Aguirre es madre, esposa e hija ejemplar. Tiene un bella bebé y se encuentra en la espera de un niño o niña para diciembre, mes en el que podrían entregarle su medalla olímpica.
“Sería un magnífico regalo que llegarán al mismo tiempo (hijo y medalla), aunque no sé si me gustaría estar en labor de parto al mismo tiempo”, comenta entre risas la halterista que es un orgullo para el país.
Autoridades del deporte y su perpetuidad
Para Damaris Aguirre es un honor y un compromiso ser el ejemplo a seguir de las nuevas generaciones del deporte, sin embargo, considera que para que los atletas logren sobresalir más, hay que quitar a las autoridades que están frente al deporte mexicano en su “eterno reinado”.
“Uno de los principales obstáculos a los que un atleta se enfrenta, en algunos casos, son las federaciones. No todas son malas, pero en algunas (como la mexicana) lo que menos les preocupa es el atleta y su rendimiento”, afirma Aguirre.
Para la medallista olímpica algunos federativos en México viven del deporte y no viven para el deporte.
De hecho, al ser víctima de injusticias, Damaris Aguirre decidió dejar la halterofilia en 2012. Ahora es maestra, entrenadora de levantamiento de pesas y alentadora de las nuevas generaciones del deporte.
“México tiene muchas cartas fuertes para la halterofilia en la categoría femenil y varonil. Pero tenemos que luchar para que los recursos le lleguen realmente a los atletas”, explica.
Para Damaris será siempre difícil poderse apartar por completo del levantamiento de pesas, pues fue una pasión que ha formado parte de su vida durante mucho tiempo.
“Intento transmitirle a los atletas que se acercan a pedirme consejos que el deporte es compromiso, responsabilidad, pasión y corazón. Que hay que jugar limpio, ser honesto, respetar al rival y lo más importante, respetarse a uno mismo”.