Ante un teatro repleto de personas, en la recta final de su espectáculo de ilusionismo, David Copperfield se muestra cómico con la audiencia para invitarlos a un truco que deja boquiabiertos a quienes lo presencian.
Tira 13 pelotas inflables gigantes color plata a los asistentes para que sean elegidos de manera aleatoria cuando se detenga una pista musical, e indicando que los elegidos “desaparecerán de la faz de la tierra” con tono de broma.
“Si tienen 18 años o más y buena salud pónganse de pie, pero hay reglas, si eres un abogado siéntate, si ya bebiste lo suficiente siéntate, si eres un mago ¡bésame las nalgas!”, pronuncia Copperfield mientras la gente estalla en risas.
Pero esta ilusión llamada “Lucky 13” o “The runaround” (El paseo en español) ya no le causa gracia al ilusionista de 61 años, ya que actualmente se vive un litigio en Las Vegas, Nevada en torno al truco, ya que el británico Gavin Cox alega haberse lastimado y caído al participar en este acto en noviembre del 2013.
El productor ejecutivo del espectáculo Chris Kenner reveló el secreto detrás de “Lucky 13” al jurado estadounidense, donde explicó que después de subir al escenario las 13 personas, sentarse, ser cubiertas con mantas y ser provistas con linternas, se les conduce por pasillos a oscuras donde son apresurados para atravesar todo el casino MGM y estar a tiempo hasta el otro extremo de la entrada del auditorio y reaparecer sorpresivamente.
En este recorrido supuestamente Cox se resbaló, dislocándose el hombro y al regresar a Inglaterra se le hicieron más análisis debido a que se quejaba de dolor crónico y los resultados mostraron lesiones cerebrales.
La abogada de Copperfield Elaine Fresch explicó durante el juicio, Cox ha sido el único que ha dicho haberse lastimado y más de 55 mil personas han participado en este acto de ilusionismo.
Actualmente “Lucky 13” ya no forma parte del cierre del artista al interior del casino MGM. Copperfield podría testificar en el caso, de ser así el juez de distrito Mark Denton ordenó que parte del testimonio de la celebridad podría ser a puerta cerrada para proteger los secretos del ilusionismo que tienen patente y registro de marca.
Acusado de abuso, libre de culpa
Con el crecimiento del movimiento #MeToo la modelo Britney Lewis dijo haber sido drogada y abusada sexualmente por Copperfield en 1988 al sitio TheWrap.com, donde detalla que no recuerda del todo lo que pasó en un cuarto de hotel y el ilusionista dijo en ese entonces no haber tenido relaciones sexuales con ella.
Copperfield respondió vía Twitter a las acusaciones que no es la primera vez que se le fabrican este tipo de situaciones, “Entonces, mientras caigo en otra tormenta, quiero que el movimiento continúe floreciendo” refiriéndose a la campaña de #MeToo.
“Siempre escuchen, y consideren todo cuidadosamente, pero por favor, por el bien de todos, no se apresuren a juzgar”, puntualizó el prestidigitador.