De cacería por Internet

En 2012, la firma Bartle Bogle Hegarty London (mejor conocida por sus iniciales, BBH) diseñó la multipremiada campaña de publicidad “The Whole Picture” para mostrar cómo es que funciona en la práctica el “periodismo abierto y multiplataforma” en el periódico británico The Guardian. 

A pesar de los errores y del caos que pudo haber ocasionado, no hay que subestimar la labor “vigilante” en Internet, redes sociales y foros

En 2012, la firma Bartle Bogle Hegarty London (mejor conocida por sus iniciales, BBH) diseñó la multipremiada campaña de publicidad “The Whole Picture” para mostrar cómo es que funciona en la práctica el “periodismo abierto y multiplataforma” en el periódico británico The Guardian. 

Para ello, la firma preparó un espectacular anuncio de televisión en el que reimaginaron la fábula de “Los tres cochinitos” en un contexto moderno, con la participación de la gente a través de las redes sociales en medio de una importante historia en proceso.  

“La campaña reconoce que la manera en que la gente consume noticias en la era digital ha cambiado dramáticamente”, dice la descripción del proyecto en el sitio de BBH. 

En dos minutos, el video condensa la nueva interacción que se da entre medios de comunicación y lectores en el transcurso de una noticia en tiempo real… interacción que, por cierto, alcanzó su punto más álgido y controvertido en la que bien podría ser la persecución policiaca más seguida de la era digital.  

Sonríe a la cámara

Gracias a que, al parecer, vivimos en una especie de “Gran Hermano” en piloto automático, con un sinfín de imágenes grabadas por cámaras de seguridad y fotografías tomadas por los smartphones de la gente, la caída de los dos principales sospechosos de los bombazos en el maratón de Boston fue más rápida y/o caótica, dependiendo del cristal en que se mire. 

Según The Washington Post, después de analizar durante horas las imágenes (en video y fotografías), los investigadores decidieron  apresurarse a publicar las imágenes de los dos principales sospechosos, los hermanos Tamerlan (muerto) y Dzhokhar Tsarnaev (vivo), por tres motivos, uno de ellos para evitar que “su persecución se convirtiera en una caótica lucha todos–contra–todos” en donde medios de comunicación, policía y vigilantes aficionados de Internet “compitieran con la policía en la caza”. 

En cambio, una de las lecturas de The New York Times sostiene que “la decisión (…) fue uno de los puntos de inflexión más importantes en una notable persecución colaborativa (o de “crowdsourcing”) para dar con los conspiradores”. 

Pero en el frenesí, medios y usuarios de Internet por igual cometieron grandes errores. Por ejemplo, The New York Post publicó una fotografía de portada en la que inculpó a dos personas con “mochilas”, pero resultaron completamente inocentes. 

De igual manera, usuarios del sitio Reddit creyeron haber hecho un gran descubrimiento cuando asociaron a Sunil Tripathi, un joven de 22 años desaparecido desde el 16 de marzo (hasta la fecha), con la primera imagen que se distribuyó de Dzhokhar Tsarnaev, quien hoy está bajo interrogatorio y mal herido. La familia de Tripathi había creado en Facebook un grupo para recolectar información sobre el paradero del joven, cuya imagen por unas horas fue asociada a la de un asesino en fuga. 

La presión por informar en tiempo real no solo llevó a usuarios de Internet a tomar malas decisiones, como lo sucedido en Reddit, también medios tradicionales cayeron en la trampa de ganar la primicia sin corroborar al cien la información. 

Tal fue el caso de CNN, cadena que reportó la detención de un sospechoso previo a que se dieran a conocer las imágenes de los hermanos Tsarnaev. La información resultó ser incorrecta y para cuando se comprobó que era falso, el daño ya se había hecho porque decenas de medios retomaron la nota y cientos de miles de usuarios en Twitter le dieron vuelo. 

Ayer, Kathleen Carroll, editora ejecutiva de la agencia Associated Press, reconoció el error en un comunicado. 

“Recibimos una paliza, una bien merecida, por informar que un sospechoso había sido detenido cuando, a medida que pasaron las horas, la información comenzó a tambalearse”. 

Vigilantes de Internet 

A pesar del caos que ocasionó la colaboración digital en la persecución de los sospechosos, la lección que queda es que no hay que subestimar la labor “vigilante” en Internet. 

Este fin de semana un usuario anónimo amenazó con dispararle a su “maestro holandés y a cuantos estudiantes pueda” en un foro del sitio 4chan.org, según la agencia AFP. La policía de Suiza advirtió a su contraparte holandesa y este lunes se suspendieron las clases en la ciudad de Leiden por las amenazas. 

Aún no se determina si se trató de una broma de mal gusto o una amenaza real, pero se tomó una decisión en cuanto se supo de la amenaza. 

Quién sabe qué hubiera pasado si las autoridades estadounidenses hubieran estado al tanto de la actividad en Internet de Tamerlan Tsarnaev: hasta ahora se ha dado a conocer una playlist de videos en YouTube bajo el nombre de “Terrorists” y una “wishlist” de libros en Amazon (con títulos inofensivos como “Cómo ganar amigos e influenciar a la gente” hasta “Cómo hacer licencias de manejo y otras identificaciones desde tu computadora”).

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