Del rechazo al éxito, la vida de Jan Kuom
Considerado uno de los empresarios tecnológicos más ricos del mundo, Jan Kuom, migrante de origen ucraniano, logró terminar de conquistar hace nueve años con el desarrollo de WhatsApp, el llamado y a veces anhelado sueño americano
Azaneth CruzNacido en Kiev, Ucrania, Jan Kuom careció de agua caliente durante su infancia y sobrevivió durante su juventud con cupones de comida cuando emigró a Estados Unidos a los 16 años de edad.
Tras escapar con su madre y abuela de los conflictos políticos de su país natal en la época soviética y haber dejado a su padre, Jan tuvo que arreglárselas para vivir con un ingreso familiar que sólo incluía subsidios para vales de alimentos.
Apasionado de la tecnología, Kuom aprendió a programar poco antes de ingresar a la universidad, la cual abandonó para dedicarse a sus propios proyectos.
Tras una buena experiencia en la empresa financiera Ernst&Young, el ucraniano fue contratado por Yahoo! como ingeniero en el área de operaciones y seguridad, lugar donde conoció a Brian Acton, amigo y cofundador de la empresa de mensajería WhatsApp.
Ocho años en la compañía de David Filo y Jerry Yang, le dieron a Kuom y a Acton un ahorro que les permitía renunciar y darse un año de descanso.
Una vez fuera de Yahoo!, ambos emprendieron un viaje como mochileros por toda América Latina al que sólo les acompañó una computadora portátil, una cámara fotográfica y sus ideas.
A su regreso del viaje de Latinoamérica, Jan Kuom compró en 2009 un iPhone, a través de él, se dio cuenta del gran potencial de la plataforma para las aplicaciones móviles, por lo que el 24 de febrero de ese mismo año fundó WhatsApp, una de las empresas más importantes de mensajería del siglo XXI.
Lo que buscaban, Acton y Kuom era poder librar a los usuarios de los anuncios publicitarios con los que los acribillan otras plataformas de mensajería como Yahoo!, por lo que optaron no comercializar o mercantilizar con esta aplicación.
Lo que pocos conocen, es que la aplicación de Jan Kuom comenzó como una plataforma en donde los usuarios simplemente colocaban etiquetas sobre su estado como: ocupado, en llamada, en el gimnasio y otros mensajes que aparecían si una persona no lograba contestar.
Del no al triunfo
Koum y Acton en algún momento se postularon para trabajar en Facebook pero fueron rechazados, fue tiempo después de la creación de su exitosa aplicación que la más grande red social los contactó de nuevo.
En 2012 WhatsApp se popularizó y logró llamar la atención de Mark Zuckerberg, quién en ese año buscó a Kuom.
Dos años después, en 2014, el creador de Facebook convenció al ucraniano de venderle su empresa en cerca de 19 mil millones de dólares que serían pagados en dinero y con acciones, convirtiendo a WhatsApp en parte de la marca, propuesta a la que accedió.
Aunque actualmente la aplicación de mensajería pertenece a la red social de Zuckerberg, se mantiene el principio por los cuales Acton y Kuom la desarrollaron, sin anuncios y con privacidad de poder obtener una la aplicación sólo con el número celular para proteger la identidad de sus usuarios.
Hoy en día, la base de usuarios de la firma de mensajería asciende a más de mil millones personas al día.