Los exoplanetas siguen siendo un misterio para los especialistas, para muchos de ellos son una opción viable en donde, en algún punto, se desarrollará vida. Por ello, la Agencia Espacial Europea (ESA) prepara una nueva misión para obtener más datos sobre estos cuerpos celestes.
Actualmente, las observaciones se realizan desde observatorios terrestres y de satélites lanzados al espacio, pero siempre se encuentran con los mismos problemas; esos exoplanetas están muy lejos y resulta complicado detectar los que tienen un tamaño más similar al terrestre.
Por eso, Cheops, el Satélite para la Caracterización de Exoplanetas, tendrá la misión de observar estrellas que albergan planetas para medir las pequeñas variaciones en su brillo, debidas al tránsito de un planeta por delante del disco estelar.
Esta información permitirá saber con precisión el tamaño de los planetas que orbitan fuera del Sistema Solar, especialmente cuando su masa está comprendida entre la de la Tierra y Neptuno: al combinar estos datos con las medidas de sus masas planetarias, se obtendrá una estimación de su densidad media, un primer paso para caracterizar a los planetas que se encuentran fuera de nuestro sistema.
El satélite viajará hasta Suiza y después al centro técnico de la ESA en los Países Bajos para someterse a nuevas pruebas. Por último, regresará a España antes de su envío al Puerto Espacial Europeo de Kurú (Guayana Francesa).
Cheops, fruto de la colaboración entre la ESA y Suiza, se encuentra en la recta final para su lanzamiento a finales de este año. Se trata de una fase de gran interés para el equipo de la misión, ya que estudiará cada detalle con la nave en tránsito, de ensayo en ensayo y de un país a otro.
Una vez en el espacio…
El plan de actividades se definirá semanalmente y se cargará a la nave espacial a través del Mission Operations Centre (MOC). Allí, los operadores del telescopio verificarán que el plan de actividad se puede ejecutar correctamente, por ejemplo, revisando que el telescopio siempre apunte a más de 120 grados de la dirección al Sol, antes de convertirlo en telecomunicaciones y transmitirlo a la nave espacial.
Los nuevos datos recopilados por el satélite se enviarán a una estación terrestre y se transmitirán a los científicos. Hay dos estaciones de tierra Cheops cerca de Madrid, España, la principal se encuentra en Torrejón y una copia de seguridad se encuentra en Villafranca.
Después de que sea puesta en órbita de la nave espacial, los científicos podrán calcular el radio del exoplaneta, y combinando ese dato con los cálculos de su masa se puede obtener la densidad del planeta, su composición y, a partir de ahí, hasta es posible averiguar algunas cosas de su formación.
Si pasa todas las pruebas correspondientes, se espera que el satélite esté en órbita a finales de este año.