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¿Diaconado femenino?

En mayo de este año, el Papa Francisco remarcó que la Iglesia Católica debería estudiar si las mujeres podían ser "reintegradas" como diáconos. El pasado martes, el Vaticano anunció la nueva 

 

Comisión para el Estudio del diaconado femenino, lo que deja claro que este 2016, las plegarias de las mujeres están siendo escuchadas.

En 2003, la Comisión Teológica Internacional publicó un documento con capítulos enteros dedicados a las diaconisas
La mujer piensa de modo distinto a nosotros, los hombres, y no se puede tomar una decisión buena y justa sin escuchar a las mujeres”
Papa FranciscoSoberano del Vaticano
La misión de la comisión sólo es aclarar el papel de las diaconisas, no tiene previsto enviar ninguna recomendación al Papa

En mayo de este año, el Papa Francisco remarcó que la Iglesia Católica debería estudiar si las mujeres podían ser “reintegradas” como diáconos. El pasado martes, el Vaticano anunció la nueva 

 

Comisión para el Estudio del diaconado femenino, lo que deja claro que este 2016, las plegarias de las mujeres están siendo escuchadas.

 

Este hecho marca un hito en la historia de la Iglesia Católica, pilar de la fe cristiana de más de 2 mil millones de personas a nivel mundial, pues su estructura ha estado basada en el hombre “casi” desde sus inicios, por lo que se vería afectada en su columna vertebral.

 

‘No es sacerdocio femenino’

 

El “diaconado permanente” no es igual a permitir que haya mujeres sacerdotisas. Y eso fue lo primero que se aclaró desde el Vaticano. 

 

Federico Lombardi expresó en ese entonces que “el Papa nunca habló de introducir una orden de mujeres diaconisas ni mucho menos de su ordenación en el sacerdocio”. 

 

Las mujeres en la Iglesia

 

En realidad, las mujeres en los comienzos de la época cristiana tenían un papel especial en la Iglesia. Se les llamaba diaconisas; realizaban labores con los enfermos, los desvalidos, instruían a otras mujeres y niños y otras labores más.

 

Pero luego su papel fue por completo relegado, casi borrado, quedaron confinadas a las labores de la casa y los hijos, las casadas volvieron a ser “propiedad” del marido y no se habló más del asunto hasta que el Papa Benedicto XVI lo trajo a colación.

 

Dos grandes riesgos

 

El Papa advirtió de dos peligros: el feminismo y el clericalismo. 

 

“El papel de la mujer en la Iglesia no es fruto del feminismo, es un derecho: es un derecho de bautizada con los carismas y los dones que el Espíritu le ha dado. No caigamos en el feminismo, eso reduciría la importancia de una mujer”.

 

Sobre el clericalismo, según Francisco, apostar por la participación de los laicos en los consejos pastorales y diocesanos, es una demostración de que “un sacerdote no es cabeza de una comunidad, sino servidor de una comunidad”.

 

Las desobedientes

 

En 2002, nueve mujeres fueron ordenadas diaconisas por un obispo argentino, mismo que fue excomulgado, junto con todas ellas, por el entonces cardenal Joseph Ratzinger.

 

Otras siete mujeres que fueron ordenadas sacerdotisas en una ceremonia similar, a bordo de un barco que navegaba por el río Danubio, entre Alemania y Austria, también fueron excomulgadas.

 

Esto demuestra la renuencia de la Iglesia a que las mujeres puedan aspirar a tener un lugar debido a su condición de género.

 

Habrá que esperar a que la Comisión instaurada por el Papa Francisco empiece a arrojar resultados y ver qué rumbo toman las cosas.

 

¿Qué futuro le espera a la mujer en el sinuoso camino de la carrera eclesial? Sólo Dios lo sabe.

 

La Comisión

 

Un grupo conformado por 12 teólogos y teólogas serán los encargados de estudiar el “diaconado de las mujeres sobre todo respecto a los primeros tiempos de la Iglesia”. 

 

Dicha comisión será presidida por el jesuita mallorquín Luis Ladaria, número dos de la Congregación para la Doctrina de la Fe.

 

Todo esto se ha derivado de una solicitud que le hiciera en mayo la asamblea plenaria de la Unión internacional de superioras generales en Roma.

 

“Las mujeres consagradas ya trabajan mucho con los pobres y marginados, enseñan la catequesis, asisten a enfermos, distribuyen la comunión, guían oraciones en ausencia de sacerdotes y pronuncian la homilía.

 

“En la Iglesia existe la función del diaconado permanente, pero está abierta sólo a los hombres. 

 

¿Qué impide a la Iglesia incluir a las mujeres entre los diáconos permanentes, como sucedía en la Iglesia primitiva? ¿Por qué no constituir una comisión oficial que estudie la cuestión?”, fragmento de la petición al Papa.

 

Obligaciones de las diaconisas

 

• Unción corporal de otras mujeres en el bautismo

 

• Instruir a otras mujeres

 

•  Cuidar y visitar a las enfermas que vivían solasLa Comisión iniciará labores al terminar el verano

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