Para muchas personas, los videojuegos no son más que distracciones, creaciones del infierno que embrutecen a la gente; sin embargo, Nadia Vanessa García Hernández, investigadora del Cinvestav, desarrolla sistemas basados en robots, videojuegos y bioseñales para evaluar, mejorar y recuperar la función motora en personas con problemas de movilidad en las extremidades superiores en los hospitales públicos del país.
“Es una investigación que permite el diseño y desarrollo de sistemas robóticos o interfaces hombre-máquina, con el objetivo de utilizarlos para ayudar a mejorar, en la medida de lo posible, la discapacidad motriz en brazos o manos”, explica la investigadora.
García Hernández señala que el proyecto parte de la necesidad de contar con sistemas que permitan medir el progreso de rehabilitación, porque actualmente los fisioterapeutas lo hacen utilizando métodos subjetivos y con base en su experiencia, determinan si se van logrando avances o no en el paciente.
Además, su grupo de investigación también diseña videojuegos que sólo necesitan de un sensor para capturar y seguir los movimientos del paciente para proyectarlos en un juego virtual, donde es posible hacer ejercicios.
Los investigadores también tienen un proyecto científico con niños del Centro de Rehabilitación e Inclusión Infantil Teletón Saltillo
“Son nueve juegos cortos para escoger y consisten en evadir obstáculos, disparar o comer ciertas cosas”, explica Nadia Vanessa García. Algunos de ellos, permiten aumentar la fuerza de agarre realizando ejercicios con una pelota y utilizando la técnica de la bioretroalimentación de señales musculares.
Los sistemas se probaron en el Centro de Rehabilitación y Educación Especial de Saltillo con buenos resultados, ya que permitieron aumentar la fuerza de agarre de los pacientes, 40 por ciento más que las terapias convencionales.
Diseños con causa
Los investigadores también tienen un proyecto con niños del Centro de Rehabilitación e Inclusión Infantil Teletón Saltillo, en el que se trabaja en el diseño de un sistema no invasivo que permita evaluar el gasto energético de los pacientes cuando realizan una tarea en un ambiente virtual.
La idea es medir y observar si el gasto energético disminuye y si los movimientos van mejorando, porque el sistema también medirá velocidades, posiciones y suavidad de movimiento, pues el interés de la investigación es medir este tipo de parámetros.
“Trabajamos en un algoritmo que monitorea las señales musculares del brazo, tríceps, bíceps, deltoide y de la postura, con base en estos parámetros otro algoritmo permitirá controlar a un robot para que modifique la asistencia proporcionada a la persona a través del efecto final del robot”, indica García Hernández.
Los sistemas se probaron en el Centro de Rehabilitación y Educación Especial de Saltillo con buenos resultados
Además, al monitorear la señales musculares el algoritmo determina el esfuerzo que se realiza, si no se hace ningún esfuerzo quiere decir que no hay una contribución motriz por parte del paciente y el robot tratará de mover y guiar al paciente hacia el objetivo final de la tarea.
