DJ Tarantino
Me emociona cada nueva película de Quentin Tarantino, pero para muchos, la diversión de ver su más reciente película no termina con los créditos finales. Parte del placer es escuchar el soundtrack porque en Hollywood, nadie los sabe hacer como Quentin y su conocimiento musical casi enciclopédico.
Will Ferrell bromeó en la entrega de los Óscares de 2003 que: “No hay un arma más poderosa en el arsenal de un director que una canción estratégicamente posicionada". En el caso de Tarantino esto deja de ser un chiste y se convierte en una realidad.
Esteban Castro
Me emociona cada nueva película de Quentin Tarantino, pero para muchos, la diversión de ver su más reciente película no termina con los créditos finales. Parte del placer es escuchar el soundtrack porque en Hollywood, nadie los sabe hacer como Quentin y su conocimiento musical casi enciclopédico.
Will Ferrell bromeó en la entrega de los Óscares de 2003 que: “No hay un arma más poderosa en el arsenal de un director que una canción estratégicamente posicionada”. En el caso de Tarantino esto deja de ser un chiste y se convierte en una realidad.
La música es uno de sus personajes.
Hay múltiples ejemplos de esto, desde cómo los sonidos de “You Never Can Tell” de Chuck Berry hicieron renacer la carrera de John Travolta mientras baila con Uma Thurman en “Pulp Fiction”; el contrapunto sonoro que “Stuck In The Middle With You” de Stealers Wheel le inyectó a una de las escenas clave en “Reservoir Dogs”; o la sangrienta pelea que culmina “Kill Bill Vol. 1” a ritmo del surf rock japonés de “Woo Hoo” de The 5.6.7.8’s.
A mi gusto, el mejor soundtrack de Tarantino es el que forma parte de la película que él considera la más débil de su carrera: “Death Proof”. Pese a lo que diga Tarantino, vale la pena tan solo por la calidad de la música que ayuda a crear la atmósfera de la película.
Más allá de la historia sobre “Stuntman Mike”, la selección de canciones para esta película es particularmente espectacular. En el soundtrack brillan “Down in Mexico” de The Coasters, la cual da un encanto fronterizo a uno de los “lap dance” más memorables en la historia del cine; y “Hold Tight” de Dave Dee, Dozy, Beaky, Mick & Tich que, pese a ser una canción de la invasión británica, parecería haber sido comisionada en particular para esta película.
Rescatar del olvido la joya de los 60 que es “Baby, It’s You” de Smith, es lo que termina de coronar a un soundtrack inolvidable.
El genio de Tarantino está en parte en lo intuitivo de su oído musical. En Navidad, estaré listo para no solo ver “Django Unchained”, sino también para escucharla.