El acoso no perdona
De acuerdo a Amnistía Internacional, el acoso y abuso llegan hasta la Red, en la que se silencia a la mujer y la obliga a ‘desconectarse’. Un cuarto de las mujeres ha sufrido por acoso o abuso en línea, de acuerdo a esta organización
María Alesandra PámanesNo conforme con el hecho de que las mujeres que habitan en países como México no pueden caminar libremente por las calles porque pueden ser acosadas o abusadas sexualmente, en Internet también son víctimas de estas situaciones, al grado de que tienen que modificar sus redes sociales e inclusive su comportamiento para protegerse.
Así lo determinaron los resultados de un estudio realizado por Amnistía Internacional (AI), para el que participaron mujeres de ocho países desarrollados (Reino Unido, Estados Unidos, Nueva Zelanda, España, Italia, Polonia, Suecia y Dinamarca) y cuyas edades oscilaban entre 18 y 55 años.
El 24 por ciento de ellas aseguró haber sufrido acoso o abusos en redes sociales al menos una vez.
Cerca de la mitad de las personas que participaron en la encuesta de AI dijo haber sido víctima de ataques sexistas y misóginos. El 27 por ciento indicó que el acoso incluyó amenazas de agresión física o sexual. El 41 por ciento sintió miedo porque su seguridad física también estaba comprometida.
Azmina Dhrodia, investigadora en tecnología y derechos humanos de AI señaló que “Internet puede ser un lugar tóxico y amenazante para las mujeres. No es un secreto que la misoginia y los abusos están en boga en las plataformas de redes sociales”.
AI pide que compañías y autoridades comiencen a tomar “en serio” esta problemática que se traduce a la vida fuera de la Red.
La investigación de AI también reveló que el 61 por ciento de las mujeres que fue víctima de estas situaciones en línea tuvo baja autoestima y falta de confianza tras vivir el problema.
Y es que como dice Azmina Dhrodia, “el peligro especial de los abusos en Internet es la rapidez con la que pueden proliferar: un tuit insultante puede convertirse en minutos en un río de odio focalizado”.
“Esto no es algo que desaparezca cuando sales de Internet. Imagina que recibes amenazas de muerte o de violación cuando abres una aplicación, o que vives con el miedo de que se divulguen en Internet sin tu consentimiento fotos sexuales o privadas”, comenta Dhrodia.
Por ello, es imprescindible que “las empresas de redes sociales deben empezar a tomarse en serio realmente este problema”, comenta Azmina.
Sobre todo porque la falta de regulación y, por ende, de penalización de delitos “cibernéticos” es cada vez más difícil, ya que lo usuarios protegen –más que a las víctimas– el abuso del poder que tiene hacer uso de su libertad de expresión. “Las redes sociales han ayudado a impulsar la libertad de expresión, incluido el acceso a la información. Pero la discriminación offline y la violencia hacia las mujeres ha migrado hacia el mundo digital, y muchas mujeres están dando un paso atrás de las conversaciones públicas”, señala Dhrodia.
Lo peor de la situación es que, en México, el 91 por ciento de los casos de acoso sexual no se denuncia, de acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Un ‘hasta aquí’
Así como las redes sociales “favorecen” el panorama para acosadores y agresores que se infiltran en la Red, éstas plataformas también son el medio para poder prevenir, alertar, denunciar y viralizar –para dimensionar– la magnitud de este grave problema en el que mujeres y menores de edad son los más vulnerables.
Primero comenzó el movimiento #MeToo (#YoTambién), a raíz del escándalo sexual que se desató por el destape de acosadores sexuales en Hollywood, entre ellos el productor Harvey Weinstein y el actor Kevin Spacey.
Por medio de #MeToo, usuarias de todo el mundo dieron a conocer que todas –o a casi todas las féminas de este planeta– han sido acosadas alguna vez en su vida. El objetivo es dimensionar la magnitud.
Otro ejemplo es #AcosoenlaU, plataforma que facilita la denuncia de acosadores y agresores sexuales dentro de campos educativos, a nivel nacional.
Y ahora comediantes –y simpatizantes– se unen contra el hostigamiento con la iniciativa #YaEstuvo, que busca frenar esta situación en el ambiente laboral.
En dos de cada 10 casos de acoso sexual en México la persona fue despedida, de acuerdo a la Secretaría de la Función Pública y a un estudio del Instituto Nacional de las Mujeres.
Sin embargo, seis de cada 10 empleados acosados prefirieron renunciar a sus cargos antes que denunciar.
Además la impunidad
Uno de los grandes enemigos de las víctimas de delitos como acoso y agresión sexual es que no se denuncia.
Y que la mayoría de los casos quedan en total impunidad, por ello los agresores se jactan de que el acoso ya es considerado “común” y de que la tolerancia social permite que los casos aumenten y que cada vez sean víctimas aún más jóvenes.
En México las jóvenes menores de edad son de los sectores más vulnerables, sobre todo en el transporte público y en la Red.