El “dating” en línea puede hacerse a un lado: Tinder está dominando al mundo. O por lo menos al de las citas y el nacimiento de relaciones por Internet.
La aplicación, disponible para iOS y Android, tiene un funcionamiento sencillo, amigable y que ha probado ser de utilidad en más de una ocasión.
Sean Rad, uno de sus fundadores, reveló a la BBC que gracias a Tinder se han dado más de 150 matrimonios. Bastante bien para haber sido lanzada hace poco más de un año.
El primer paso es conectar la app a tu perfil de Facebook, para que use tu información pública y elabore un breve perfil (con tus intereses y edad) que enseñará a otros usuarios.
Además, gracias a la conexión con la red social, podrás saber si tienen amigos en común y quiénes son.
Después va el paso que algunos consideran adictivo: recorrer cientos de perfiles de usuarios que están cerca de ti –porque Tinder tiene acceso a tu ubicación– y filtrar. Si no te gusta, deslizas la pantalla hacia la izquierda; si es lo que estás buscando, un movimiento hacia la derecha será suficiente.
Si la otra persona también “deslizó” tu perfil hacia la derecha, ambos recibirán una notificación y podrán comenzar a comunicarse a través de la plataforma y el resto será historia.
Fue desarrollada originalmente para arreglar encuentros casuales o amistades, pero si buscas algo más, toma en cuenta que su trayectoria en la creación de relaciones de largo plazo la ha posicionado como una de las favoritas para los internautas enamorados.