Los ojos azules que aunque parecían de distinto color, –el izquierdo afectado por una riña juvenil dejándolo dilatado de por vida– se han cerrado la noche del domingo 10 de enero en las inmediaciones de la Gran Manzana para llegar al eterno sueño.
A veces pelirrojo, otras de cabello largo, rubio o castaño, pero nunca pasado por desapercibido entre las masas, David Bowie se reconocía por ser un ícono que creaba vanguardia no solo por la manera en la que se veía ante su público, sino por presentar una atmósfera musical que marcaba pauta en la escena e historia musical.
“Bowie fue un innovador, un artista único con una visión que cambió la cara de la música popular. Se le echará mucho de menos”, expresó el guitarrista de Led Zeppelin, Jimmy Page, en su cuenta personal de Twitter la mañana después de la partida del camaleónico artista.
El legado de Bowie ha trascendido por generaciones que han crecido con sus distintas contribuciones melódicas, y en pleno nacimiento de 2016 la estrella se apaga para decir un adiós “Major Tom”.
El héroe que influenció al rock
Andrógino en apariencia durante las primeras décadas de su carrera, teatralizó desde un inicio sus actos en público, histrionismo que sacó al estudiar pantomima y comedia del arte a finales de 1960.
En su etapa temprana, el cabello rubio castaño le acompañaba con cortes de acuerdo a la época como bien se muestra en el video de “Queen Bitch” (1971) al rozar el género del hard rock.
Bowie usó el cabello rojizo de corte mullet en la etapa de su quinto álbum de estudio, “The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars”, concepto que le caracterizó durante su gira y mantuvo el look pelirrojo dando pie al glam rock de los ‘70.
La psicodelia fue adaptada por Bowie a su manera, mientras entraba en los ritmos del funk, en su octavo disco, “Diamond Dogs” (1974), utilizó un parche al estilo pirata sobre su ojo derecho y una mascada al cuello, el éxito “Rebel Rebel” le mostraba de manera desenfadada y con un ritmo musical mucho más entrado en el rock del momento, dejando los inicios progresivos y de toque folk que tuviera en “Space Oddity” (1969).
Llegó “Heroes” (1977) y Bowie volvió al minimalismo en su porte, pero su progresión musical se volvería experimental dentro del rock, esta colaboración se daría junto a Brian Eno, con quien ya había trabajado en el disco “Low”, del mismo año.
Para 1980 el maquillaje se volvió cargado, “Ashes to Ashes” se desprendió como sencillo de “Scary Monsters (And Super Creeps)”, para el videoclip el compositor aparecía como una parodia de payaso espacial, el corte musical ya había evolucionado al new wave y el post-punk.
“Let’s dance” se convirtió en la oda disco tardía de 1983, con su sencillo homónimo Bowie volvió a sus tonos rubios que vinieron a aderezar el dance-rock del que estaba impregnado el décimo quinto álbum del artista.
La aparente normalidad entre su consagración como cantante, compositor, productor y hasta actor vendría en 1985 cuando hizo a dueto el cover de “Dancing in the Street” junto a su contemporáneo Mick Jagger, Bowie se establecería en su tono castaño prácticamente para el resto de su carrera.
Viaje intergeneracional
Titánica fue la cantidad de aportes, duetos y producciones que el cantante tuvo a lo largo de su carrera: a Lou Reed le produjo su segundo álbum “Transformer” (1972) y juntos tocaron “Queen Bitch”, entre otros temas, en el Madison Square Gaden en el marco de celebración del 50 aniversario de Bowie en 1997.
Compuso junto a Freddie Mercury, Brian May, Roger Taylor y John Deacon –integrantes de Queen– la canción “Under pressure” en 1981, misma que cantó con la agrupación.
Dando otro salto generacional, compartió micrófono junto a Brian Molko y Placebo para la melodía “Without you I’m nothing” en 1998, la cual marcó un nexo entre la influencia del cantante y la nueva era del rock alternativo.
Otra conexión con el rock contemporáneo del siglo 21 se dio la noche del 8 de septiembredel 2005, cuando Bowie acompañó a la banda canadiense Arcade Fire en el evento de caridad Fashion Rocks, donde tocaron “Life on Mars?” y “Five years” –del británico– y “Wake up” de los quebequenses.
En mayo del 2006 cerraría la noche de gala de David Gilmour en el Royal Albert Hall de Londres, al cantar junto al guitarrista de Pink Floyd “Arnold Layne” y “Comfortably Numb”, lo que destaca que Bowie siempre estuvo cerca de sus demás homónimos en el género del rock.
El astronauta Chris Hadfield hizo un tributo especial a Bowie en 2013 al despedirse de su estadía de la Estación Espacial Internacional al realizar un cover de “Space Oddity”. Al día de ayer, en la descripción del video que lleva más de 27 millones de vistas, Hadfield agregó “Descansa en paz, Starman”.
Despegar para decir adiós
El día de su cumpleaños número 69 –el 8 de enero de 2016–, el cantante liberó de manera inesperada el álbum “Blackstar”, que está compuesto por siete temas.
A manera de sencillos lanzó el tema homónimo del disco el 20 de noviembre pasado, con un videoclip de 10 minutos, así como “Lazarus”, que salió el 7 de enero.
Guardado como el mayor secreto industrial, la noticia del fallecimiento de Bowie inundó al mundo, su productor Tony Visconti expresó que tanto el video de “Lazarus” como otras canciones del disco son un auto-epitafio, ya que el compositor sabía de su inminente muerte, dejando como regalo este último número musical y cumpliendo un ciclo de tendencia melódica hasta su fallecimiento.
El decálogo Bowie
El inglés dejó un repertorio de 25 álbumes de estudio, entre sus éxitos destacables vale la pena recordar 10 temas que han sido imprescindibles en el imaginario cultural musical:
1.Space Oddity (1969)
2.Life on Mars? (1971)
3.Changes (1972)
4.Starman (1972)
5.Ziggy Stardust (1972)
6.Rebel Rebel (1974)
7.Heroes (1977)
8.Under Pressure – compuesta junto a Queen (1981)
9.Let’s Dance (1983)
10.Without you I’m nothing – Colaboración con Placebo (1999)
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