La vida virtual se ha convertido en una parte muy importante de nosotros. Las redes sociales y los avances tecnológicos han permitido que las nuevas generaciones cada vez más vivan a través de las pantallas en un mundo cibernético.
En los inicios del internet se jugó con la idea de alcanzar la mortalidad a través de las computadoras, sin embargo, actualmente los perfiles de las redes sociales que se quedan activos después de que las personas mueren han llevado esta teoría a otro nivel.
Cuando alguien muere, hay tres opciones: no hacer nada con el perfil, eliminar la cuenta del fallecido, o convertir el perfil en un memorial. El perfil de una persona puede permanecer inactivo pero aún existir, y convivir con el resto de la comunidad de la red social.
Hace unos años Facebook se dio cuenta de lo que ocurría, por lo que implementó una nueva modalidad de perfil, el “homenaje a” para que no se perdiera la información de la persona y se pudieran dejar mensajes a manera de conmemoración.
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Los cálculos indican que un 2.5 por ciento de los islarios de Facebook han muerto, lo que equivale a unos 50 millones de personas, se calcula que en promedio 8 mil usuarios mueren diariamente. Además un estudio de New Research Center descubrió que los adultos de entre 50 y 64 años son quienes más han aumentado su participación en la red social, desplazando a los millennials, por lo que pronto el número de usuarios vivos será superado por los muertos.
Tomando en cuenta las variables de edad, los nuevos ingresos y las bajas anuales, Hachem Saddiki, de la Universidad de Estadística de Massachusetts, estimó que en el año 2098, las cuentas de personas fallecidas superarán las de los vivos.
Muchas veces las cuentas se quedan como espacios en los que los familiares y conocidos del fallecido, publican mensajes o fotografías de la persona, y de alguna manera, mantienen vivo su perfil. Sin embargo, además de lo extraño que es tener como contacto a alguien que ya no vive, las cuentas de los muertos están en riesgo de convertirse en una cuenta spambot, o de que su información sea robada y sea haga mal uso de ella.
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La compañía creada por Mark Zuckerberg ya ha enfrentado conflictos para decidir a quién proporcionarle o no la información de las personas fallecidas. Uno de estos casos, es el de la familia de una adolescente alemana que se suicidó y que trata de que la corte revoque la decisión de Facebook de no permitirles entrar al perfil de la niña, la familia busca reunir información para determinar si la fallecida era víctima de bullying.
Para evitar riesgos, cuando alguien muere se puede solicitar a Facebook eliminar la cuenta o convertirla en conmemorativa, sin embargo la huella digital de la persona seguirá ahí.