El desgarrador caso de Gabriel Fernández

Gabriel Fernández murió a los ocho años tras ser golpeado a muerte por su padrastro. Esta es su historia:
Alejandra Montes de Oca Alejandra Montes de Oca Publicado el
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Netflix tiene series documentales sobre animales, personajes históricos, narcotráfico, sexo y otros temas que logran entretenerte por un buen rato o incluso te llevan a descubrir y aprender algo nuevo. Sin embargo, en lo muy profundo de esta plataforma de streaming existe una producción que te lleva a pensar que los verdaderos monstruos están en la vida real: The Trials of Gabriel Fernández.

Esta serie documental de seis capítulos presenta los juicios reales sobre el caso de Gabriel Fernández, un niño de ocho años que fue torturado y asesinado, no solo por su padrastro, también por su propia madre, en una casa de Palmdale, California.

Desde pequeño, Gabriel Fernández tuvo una vida difícil. Su madre lo abandonó al poco tiempo de su nacimiento y uno de sus tíos fue quien tomó su custodia, pero debido a que ese familiar era homosexual y vivía con su pareja, el menor fue a dar a la casa de su abuela.

Poco tiempo después, la madre de Gabriel, Pearl Fernández, reclamó al pequeño y lo llevó a vivir con ella, sus otros dos hijos y su novio, Isauro Aguirre. Desde ese momento, comenzó el infierno para el menor.

¿Y SERVICIOS INFANTILES?

Gabriel Fernández vivió ocho meses de terror antes de ser asesinado en mayo de 2013.

Testigos, fotografías, audios y un largo expediente de denuncias en el Departamento de Servicios para Niños y Familias del Condado en California, mostraron el infierno que el pequeño de tan solo ocho años vivió junto a su propia familia.

Los golpes, las quemaduras, las cicatrices e incluso los testimonios de Gabriel, no eran un secreto para las autoridades que supuestamente debían protegerlo. Trabajadores sociales sabían su situación y aún así, no lo salvaron.

Si tan solo no hubieran callado o ignorado las señales y denuncias, Gabriel Fernández seguiría con vida.

Testimonios desgarradores

En la red hay varias fotografías de Gabriel. Cualquier persona que las vea, podría jurar que él era un niño feliz, pero nada más alejado de la realidad.

Cuando se mudó con su madre, Gabriel Fernández vivió toda clase de tortura. Desde encierros, insultos y quemaduras de cigarro, hasta recibir disparos con una pistola de balines y comer arena de gato.

Fue su maestra de primaria la que, sin duda, dio el testimonio más desgarrador. Ella aseguró haber presenciado las veces en que Gabriel llegaba con múltiples marcas de maltrato e incluso señaló que el pequeño le contaba acerca de los golpes que recibía por parte de su madre y padrastro.

Aún así la maestra destacó que Gabriel era un niño que no guardaba rencor, pues justo unos días antes de su muerte, él le hizo una tarjeta a su madre donde le expresaba el amor que sentía por ella.

Forenses, bomberos, policías y los hermanos de Gabriel, también atestiguaron el maltrato que sufría.

En el juicio de los responsables, mostraron una evidencia que demostraba las condiciones inhumanas en las que vivía: un pequeño mueble en el que Gabriel pasaba todas las noches e, incluso días, encerrado, sin comer y amordazado.

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La autopsia no solo reveló fracturas en su cuerpo, también que el niño era alimentado con arena de gato.

Los hermanos de Gabriel dieron el testimonio final y quizás el más difícil, pues ellos estuvieron en los últimos minutos de vida del pequeño.

Fue un 22 de mayo de 2013 cuando Gabriel fue golpeado a muerte por su padrastro Isauro Aguirre, en presencia de su madre y hermanos.

La defensa del acusado abogó que el hecho no fue premeditado, sino producto de un ataque de ira por parte de Isauro. Sin embargo y después de toda la evidencia mostrada, el jurado lo encontró culpable de homicidio en primer grado.

Ahora Isauro Aguirre enfrenta la pena de muerte por el homicidio de Gabriel Fernández, en la prisión estatal de San Quintín, mientras que la madre del menor, fue sentenciada a cadena perpetua tras declararse culpable por el mismo delito.

Hasta el momento se desconoce la fecha de ejecución de Isauro, sin embargo y debido a que se encuentra en una prisión que alberga alrededor de 700 reclusos condenados a muerte, podrían pasar décadas para que el asesino de Gabriel cumpla su sentencia.

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