Hasta hace poco se creía que el cerebro medía el tiempo utilizando un solo mecanismo, pero un estudio reciente reveló que podría haber un segundo reloj en nuestro cerebro: el hipocampo
Siempre sabemos si vamos tarde a algún lugar. Aún sin ver el reloj, reconocer que llevamos preparándonos más tiempo del que habíamos planeado es algo natural.
Durante décadas se ha creído que en el cerebro existe solo un sistema para medir el tiempo, localizado en el estrato ventral. Este funciona en conjunto con la corteza que rodea al cerebro para crear información sobre el tiempo, desde reconocer cuánto tiempo ha pasado desde cierto momento hasta medir nuestros movimientos más precisos.
Sin embargo, según una investigación publicada recientemente, realizada por neurocientíficos de la Universidad de California en Irvine, existe un segundo método que el cerebro usa para identificar cuánto tiempo ha transcurrido.
Este no solamente complementa el trabajo del “reloj primario”, sino que puede competir con él, lo que significa que se entorpecen mutuamente.
El estudio se enfocó en la importancia del hipocampo, que por años se ha reconocido como crucial para recordar experiencias pasadas y que hallazgos recientes sugieren está involucrado con recuerdos sobre el paso del tiempo.
Los investigadores entrenaron ratones para identificar intervalos distintos de tiempo.
Y los premiaban cuando lograban expresar exitosamente –a través de la selección de un aroma específico– cuánto tiempo había pasado.
En algunos de los animales, el hipocampo había sido desactivado temporalmente usando un químico, mientras que en otros funcionaba perfectamente.
Las ratas que no pudieron usar el hipocampo fueron capaces de diferencias entre intervalos significativamente distintos, pero no entre aquellos en que la diferencia era menor. Esto sugiere que el hipocampo es importante para distinguir intervalos similares.
Pero los ratones cuyo hipocampo no funcionaba, además de poder distinguir entre tiempos muy distintos, lo hicieron con más precisión que el grupo de control. Por ello los científicos creen que ambos sistemas de tiempo compiten.