El doble estándar de Instagram
El 27 de mayo, la cuenta de Instagram de Scout Willis, hija de los actores Demi Moore y Bruce Willis, fue desactivada después de que compartiera una imagen en la que aparecía topless.
Como respuesta, la joven de 22 años caminó por las calles de Nueva York con el torso descubierto, y su novio le tomó las fotografías que después compartió en Twitter. Sus seguidores respondieron con imágenes similares, que Scout retuiteó.
Ana Paulina ValenciaEl 27 de mayo, la cuenta de Instagram de Scout Willis, hija de los actores Demi Moore y Bruce Willis, fue desactivada después de que compartiera una imagen en la que aparecía topless.
Como respuesta, la joven de 22 años caminó por las calles de Nueva York con el torso descubierto, y su novio le tomó las fotografías que después compartió en Twitter. Sus seguidores respondieron con imágenes similares, que Scout retuiteó.
Aunque podría parecer que se trata de un berrinche, la joven dejó clara la razón de su protesta: las políticas “antipezones” de Instagram le parecen incongruentes, pues la red social permite que se suban fotografías de pechos –siempre y cuando no aparezcan los pezones, lo que excluye las imágenes de mujeres amamantando–, y de armas.
Sus fotos eran acompañadas por frases como “Legal en NYC pero no en Instagram” y “Lo que Instagram no te deja ver, #FreeTheNipple”.
La etiqueta #FreeTheNipple –que en español significa “Liberen al pezón”– ha recorrido las redes sociales gracias al apoyo de celebridades tales como Miley Cyrus, que buscan promover una película con el mismo nombre.
A su vez, la cinta pretende acabar con la discriminación hacia las mujeres, y como primer paso plantea quitar el estigma a la areola femenina.
Lina Esco, la directora de la cinta, tiene un buen punto, ya que Instagram no es el único espacio en el que se considera impropio mostrar el área del pezón femenino –aún cuando el masculino es permitido.
El jueves pasado, la Motion Picture Association of America (MPAA), órgano encargado de clasificar las películas en Estados Unidos, ordenó que se realizara cambios a un póster de la película “Sin City 2: a dame to kill for”.
En el afiche original, se veía la silueta del pecho de la actriz Eva Green, y se daba la impresión de que se veían sus pezones, aunque este detalle era casi imposible de distinguir.
A pesar de que esta actitud va más allá de Instagram, la red social ha recibido especial atención gracias a casos como los de las cuentas de Rihanna, de Grace Coddington –Directora Creativa de la revista Vogue– y de la vlogger Meghan Tonjes.
Una chica mala
@BadGalRiRi
Rihanna deshabilitó su cuenta en Instagram después de que fuera desactivada temporalmente, en lo que la red social describió como un error. Según explicaron, uno de los filtros automáticos de Instagram calificó a una de sus imágenes como inapropiada, y probablemente tenía razón: RiRi es célebre por sus descubiertas fotografías, que ahora podemos ver en Twitter.
La censura, ilustrada
@realgracecoddington
Grace Coddington es la Directora Creativa de la edición estadounidense de Vogue, y enamoró a los amantes de la moda cuando apareció en el documental “The september issue” (2009). Aunque es una renegada de las redes sociales, hace dos semanas abrió una cuenta en Instagram, que fue inmediatamente desactivada ya que su primera imagen fue una selfie desnuda… ilustrada. Grace suele hacer dibujos estilo cómic, y desde que le devolvieron su perfil –tras protestas de sus fanáticos– ha publicado varias imágenes riéndose de la situación.
Si eres sexy, sí
@meghantonjes
La vlogger Meghan Tonjes está orgullosa de sus curvas, y frecuentemente recurre a Instagram para enseñarlas. Así que cuando Instagram desactivó su cuenta por subir una imagen de su trasero en ropa interior, recurrió a su medio favorito –YouTube– para protestar. “Estaba completamente cubierta, pero gorda, y por lo tanto, pornográfica”, dijo. Tonjes mencionó cuentas como la de Jen Selter –completamente dedicada a su tonificado trasero– y la de Playboy, y sugirió que Instagram solo permite imágenes de piel cuando son convencionalmente agradables a la vista.