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A sus 71 años de edad, con lentes ahumados, cabello quebrado y voz grave, Mick Rock camina entre la galería del Foto Museo Cuatro Caminos, se detiene a contemplar los retratos a color y monocromáticos que él mismo inmortalizó hace más de cuatro décadas con su cámara.
Antes de llegar a la icónica fotografía reproducida en tamaño gigante que realizó para la portada del álbum Queen II, donde lo esperaba un sillón crema que parecía trono, el artista de la lente prefirió quedarse cercano a las fotografías que realizó de Freddie Mercury en blanco y negro, aquellas en las que el compositor usó una capa blanca diseñada por Zandra Rhodes, en 1974.
“Quiero estar cercano a Freddie, aquí está perfecto”, indica Rock, con un claro acento británico, aunque ya tenga años viviendo en Nueva York. El fotógrafo platica con Reporte Índigo acerca de Queen, el origen de una leyenda, exposición fotográfica que recopila 120 imágenes —algunas de ellas inéditas— del cuarteto de rock que marcó la historia de la música.
Rock precisa que el retrato favorito de Mercury fue el que él capturó, en donde se puede ver al cantante en una cama con sábanas de seda color púrpura, mientras que la foto preferida que él ha tomado considera que es difícil escoger, pero se le viene a su memoria cuando Lou Reed compró un cachorro en 1976, imagen que Rock capturó en blanco y negro.
Rock calcula que ha tomado alrededor de dos mil fotografías de Queen y Mercury, pero aunque la cifra impacte, revela que de otros artistas ha, incluso, hecho más disparos con su lente.
“A David Bowie le tomé alrededor de seis mil fotos y a Lou Reed, probablemente, también esa cantidad, ¿por qué más a uno que a otro? Es que no lo hago con lógica, es la manera en que sucede, por las circunstancias y el tiempo”, admite el fotógrafo.
La exhibición estará disponible hasta el 21 de abril, de martes a domingo, en horarios desde las 11:00 hasta las 18:00 horas entre semana y hasta las 22:00 horas sábados y domingos.
El último té en Nueva York
Mientras la lluvia arrecia en el exterior del museo y la tarde se vuelve nostálgica con la música de Queen en la galería, Rock comenta que la última vez que vio a Mercury en su vida probablemente fue en la Gran Manzana.
“Nos veíamos ocasionalmente tarde, en los últimos años él venía a Nueva York y recuerdo que nos encontrábamos en el Hotel El Plaza para tomar té. Él coqueteaba con los meseros, era muy dulce, me gusraba mucho Freddie”, se sincera.
Las primeras fotos
Cuando Queen apenas comenzaba sus andanzas musicales en escenarios pequeños y su parafernalia no llegaba a la extravagancia que Mercury fue adoptando en su indumentaria y estilo personal, fue que Rock los encontró y empezó a fotografiar a los integrantes.
“Hay un par de ellas aquí, fotos en vivo desde un pequeño escenario en el Imperial College, eso pasó porque quería verlos, después tendríamos una plática para ver una sesión de publicidad que terminaría siendo para su primer disco”, agrega Rock.
Esta tocada sucedió en 1973, los rostros de Brian May, John Deacon, Roger Taylor y Freddie Mercury claramente son los de unos jóvenes que apenas estaban en acenso al estrellato.
“Afectuosamente, la compañía disquera ofreció un poco de dinero, no mucho realmente, para sumarme al proyecto y esa sesión también se puede ver aquí, es aquella donde tienen los torsos descubiertos, donde precisamente tienen la capa y la corona”, indica, entre risas, el hombre para el que posaron múltiples leyendas.
La visión de Mercury
Rock comenta que Freddie Mercury insistía mucho en tomar ciertas fotografías en las sesiones, por lo que el retratista cumplía los caprichos del vocalista y admite que tenía una perspectiva óptica muy particular.
“Le decía ’¡Está bien, Freddie!’. Él era muy visual y probablemente el más impulsivo en ese momento, tenía la visión, y con Brian (May), el talento, juntos escribieron desde el inicio los términos de la creatividad, así llegaron a su sonido inicial, luego Roger también sumó grandes cosas después y John también”.
Sin ver Bohemian Rhapsody
A Mick Rock no le ha interesado realmente ver la película basada en la vida de Mercury y sus compañeros musicales; admite que su esposa ya la vio y que ha escuchado los elogios de todas partes, pero él no le presta atención.
“Suena a que es una película divertida, pero siento que es como ver la cinta de Laurence de Arabia, está basada en una vida real de una persona, pero ellos intentarán meter varias cosas, al final ¿a quién le importa? Es una historia al final de cuentas, es como ver el filme de The Doors, intentan exagerar esas historias”.