El infinito universo de las buenas canciones

Suelo desesperarme cuando escucho música. Y no porque me desagrade la experiencia, al contrario, me abruma saber la cantidad de buenas canciones que nunca he escuchado.

¿Cuántas buenas canciones conoces?

Seguramente tu respuesta (y la mía) ni siquiera alcanza a rascar el universo de grandes temas musicales.

A veces no entiendo cómo es que pude vivir mi vida sin haber escuchado antes cierta canción. Es un sentimiento que me pasa de manera habitual.

Pasé casi 12 años de mi vida sin tener un acercamiento formal con el genio de Motown; no sabía de la fuerza de una canción de José José hasta después de que cumplí la mayoría de edad; y hace apenas una semana, un amigo (gracias @waldo_) me llevó al genio neosoul de Got ‘till It’s Gone de Janet Jackson, un track perfecto de 1997 que tiene como rapero invitado a Q-Tip y que usa como base un sample de Joni Mitchell.

Y ni hablemos de la avalancha de nuevos lanzamientos o de hits en otros idiomas. Debe de haber canciones alemanas épicas -que no sean Kraftwerk- que nunca escucharé.

Pero es esa misma preocupación lo que me hace que siga escuchando. Cada día hay la posibilidad de encontrar una nueva gran canción, la cual tendré en repetición por varios días y se volverá parte de mi acervo musical personal.

Ese es el lujo de vivir en un universo infinito de buenas canciones.