El mejor homenaje al cine
Tal como los monstruos de Universal Studios, “Londres después de medianoche” (Océano), la primera novela de Augusto Cruz García-Mora, es un homenaje al cine de horror clásico por sus referencias a míticos personajes de la literatura y el séptimo arte, como "Drácula".
La historia, que es ágil y digerible para cualquiera, es un tributo bien logrado que los cinéfilos sabrán apreciar. Es una fusión perfecta entre el cine y la literatura, dos pasiones del escritor nacido en Tampico, Tamaulipas.
María Alesandra Pámaneshttp://www.youtube.com/watch?v=ww5Wqphdobs
Tal como los monstruos de Universal Studios, “Londres después de medianoche” (Océano), la primera novela de Augusto Cruz García-Mora, es un homenaje al cine de horror clásico por sus referencias a míticos personajes de la literatura y el séptimo arte, como “Drácula”.
La historia, que es ágil y digerible para cualquiera, es un tributo bien logrado que los cinéfilos sabrán apreciar. Es una fusión perfecta entre el cine y la literatura, dos pasiones del escritor nacido en Tampico, Tamaulipas.
En entrevista para Reporte Indigo, el autor señaló que tardó cinco años en escribir la novela porque realizó un largo trabajo de documentación. Lo cual se refleja en precisas referencias cinematográficas.
“Esta novela me permitió investigar sobre el cine mudo, que es una gran pasión que tengo, y recapitular sobre esta gran pérdida que hubo. Solo nos llegó el 10 o 20 por ciento de lo que se filmó del cine mudo”.
Califica a esta situación como una pérdida lamentable, pues todas esas películas “nos hablaban de la condición humana”.
“Estas personas estaban en el nacimiento de un arte” y no lo sabían. Para ellos, “era un trabajo como cualquier otro”.
Cruz García-Mora es un apasionado del cine: ha cursado más de 80 talleres de guionismo cinematográfico en México y Estados Unidos, en la UCLA.
Con esta obra, al joven autor tamaulipeco le interesa “lograr una novela sobre cine, de género policiaco, que tuviera lo mejor de dos mundos. Un buen ritmo, pero con espacio para la creación de personajes, atmósferas, descripciones y detalles que la hicieran sentir viva”.
Y su objetivo se cumple: al iniciar la lectura, no querrás soltar el libro hasta terminarlo.
En busca del tesoro perdido
La historia de Cruz García-Mora está basada en un suceso real sobre la búsqueda de una película que, al igual que en la novela, es considerada uno de los vestigios más buscados del séptimo arte.
Incluso el American Film Institute cataloga esta producción como una de las 10 películas más buscadas de la historia.
“Londres después de la medianoche” se podría decir que es “el santo grial del cine perdido, pues no se conserva ninguna copia de la cinta. Siempre ha mantenido un velo de misterio durante décadas, ya que el último registro que se tiene de ella fue en 1955, en un inventario de los estudios MGM, el cual fue destruido en 1967 en un incendio, por lo que Ackerman, quien vio la cinta en su estreno cuando era niño, comenzó su afanosa búsqueda”, señaló Augusto.
Y por Ackerman, se refiere al famoso editor y autor de ciencia ficción Forrest Ackerman, quien falleció a los 92 años en diciembre de 2008.
Augusto Cruz García-Mora visitó al también apodado “Sr. Ciencia Ficción” en Los Ángeles. En la “Ackermansión”, ambos intercambiaron experiencias sobre el cine, los monstruos y, claro, sobre todo el material que se ha perdido con los años, pues en la época de las películas mudas, el cine todavía no era considerado un arte.
Cuando Augusto entró en la “Ackermansión”, iba con el miedo que se siente cuando se está a punto de conocer al héroe o personalidad favorita. En el momento en que vio todo lo que tenía en su colección, dijo: “Esto ya lo tenía escrito”, lo que lo animó a seguir su camino literario.
Ackerman también aparece en la novela. Su personaje es un coleccionista de objetos y filmes del cine de terror que antes de morir, desea poseer “Londres después de medianoche”, la tan codiciada cinta perdida.
Para eso, “Ackermonster” contrata a “McKenzie”, un agente del FBI retirado que se tiene que enfrentar a diversos obstáculos y aventuras para poder encontrar la cinta de 1927, dirigida por Tod Browning (el mismísimo director de “Drácula” de Bela Lugosi) y protagonizada por el legendario “Hombre de las mil caras”, Lon Chaney, cuya encarnación de un vampiro revolucionó el cine mudo.
El verdadero Ackerman quería encontrar la misteriosa película antes de morir o perder la memoria a causa de demencia senil. Era la última persona con vida que la había visto durante la niñez, información que Cruz García-Mora obtuvo tras su charla con el “Dr. Ackula”.
Sin mencionar spoilers, la novela retrata la travesía de “McKenzie” como si se tratara de una película. Su intensa búsqueda para conseguir la cinta incluso lo lleva a lugares como Xilitla, México.
A través de pistas, el detective emprende un camino que para el lector se convierte en una aventura. Y es que el misterio es clave en la novela y en la vida de los seres humanos. “La resolución de un misterio nos da a ti y a mí unos cuantos segundos de placer”, mientras que uno no resuelto tiene en vilo a varias generaciones.
“¿Qué sería de Jack el Destripador si se hubiera descubierto al verdadero asesino?”, cuestiona Augusto en la entrevista.
“Escribí esta novela utilizando técnicas de guión de cine”, pero no con el fin de que sea meramente una adaptación para la pantalla grande, pues las adaptaciones a veces son muy parcas, no se desarrollan las atmósferas.
“Londres después de medianoche” abre la colección de novela policiaca “La Puerta Negra” de editorial Océano. El libro se traduce actualmente al alemán, francés y holandés. En España, será publicado bajo el cobijo de la editorial Seix Barral.
De la realidad a la ficción, y viceversa
La verdadera película “Londres después de medianoche” (1927), fue protagonizada por Lon Chaney, Henry B. Walthall, Conrad Nagel y Marceline Day.
Dirigida por el sensacional Tod Browning y basada en el cuento “El hipnotizador”, de él mismo, la cinta narra el misterio sobre la muerte del millonario Roger Balfour, con vampiros y espíritus deambulando por mansiones, por supuesto.
“Londres después…” es reconocida y se ha vuelto de culto para los cinéfilos, en parte por las misteriosas leyendas que la rodean, pero también porque fue la única vez que se pudo ver al actor Lon Chaney personificando a un vampiro. De no haber muerto víctima de cáncer de garganta, él habría sido no solo el inigualable “Fantasma de la ópera”, sino el “Drácula” que inmortalizó Bela Lugosi. Además, fue el penúltimo trabajo de la dupla Chaney-Browning.
En 2002, Turner Classic Movies le pidió al restaurador Rick Schmidlin que hiciera una versión de la película tomando el poco material recuperado y recopilado. Se obtuvieron 200 fotografías del rodaje y el libreto original, con lo que se realizó un montaje de 45 minutos.
La famosa cinta “La marca del vampiro” (1935), protagonizada por Bela Lugosi, bajo la dirección de Browning, es el remake de “Londres después de medianoche”.
“Ackerman me dijo que había rumores de que alguien tenía la película en Londres. (También) hay rumores de que una persona la tiene en Canadá”, comenta Augusto. En 2012 iban a modificar las leyes de derechos de autor en Estados Unidos, de manera que si alguien la tenía, podría negociar con una productora que quisiera recuperar la joya perdida.
Sin embargo, esa modificación se hará hasta 2022. Entonces se sabrá si alguien la tiene… a menos que exista un “McKenzie” de la vida real que se disponga a encontrarla a como dé lugar.
“Es un poco la idea de este libro, que todos busquen en el sótano de su abuelo. A lo mejor no aparece ‘Londres después de medianoche’, pero aparecerá otra película”, comenta.