El miedo a los aretes y la pobreza: así fue la vida de Nikola Tesla
Aparecía en revistas de divulgación y de vida social por igual, pero vivió en un hotel durante 10 años
Indigo StaffNikola Tesla formaba parte del diminuto porcentaje de la población que padece kosmemofobia, que tienen una extraña reacción ante la joyería y específicamente él a los aretes con forma circular. El término no está científicamente reconocido, pero esta no era la única peculiaridad que tenía el genio que nació un 10 de julio de 1856 en Smiljan, Croacia.
También padecía de ciertos Trastornos obsesivo-compulsivo como contar los pasos cuando caminaba, calcular constantemente el volumen de los platos para sopa y la aversión que tenía de tocar el cabello de otras personas.
Por otro lado, a pesar de que patentó más de 100 inventos durante toda su vida, las patentes no garantizan que morirás lleno de fortuna.
Eso es un recordatorio que Nikola Tesla no tomó en cuenta durante su vida, pues antes de fallecer, el hombre fue pobre en bienes físicos.
De acuerdo con un testimonio que ofreció el sobrino de Tesla en un documental, al hombre detrás de decenas de inventos que son útiles hasta la actualidad, no le interesaba hacer negocios ni hizo relaciones entre la importancia de vender sus inventos y el impacto que tendrían.
Aunque Westinghouse pagó a Tesla por sus patentes y continuidad de investigación 216 mil dólares, él lo utilizaba para seguir creando tecnología y mantener su laboratorio, no para crear un mercado sostenible con sus inventos, de acuerdo con el libro “Tesla: Hombre fuera del tiempo”, de Margaret Cheney.
Muchos inventores contemporáneos que eran sus enemigos lo llamaban loco, otros lo reconocían como el genio que fue y para algunos, simplemente Tesla les parecía un enigma. Inventó el campo magnético giratorio que es la base de casi toda la maquinaria corriente alterna actual.
Otro descubrimiento que hizo fue la luz fluorescente, la energía producida por la corriente acuática así como las comunicaciones inalámbricas, la transmisión de energía eléctrica sin cables, control remoto y sentó las bases para la robótica.
Antes de quedar en bancarrota, fue auspiciado por la empresa financiera J.P. Morgan para la construcción de la torre de transmisión en Long Island, pero cuyo uso fue una disputa entre ambos para que finalmente la inversión fuera retirada del proyecto.
A pesar de aparecer constantemente en revistas de divulgación, pero también de socialité, el hombre murió el 7 de enero de 1943 en el Hotel New Yorker, donde vivió en una habitación durante los últimos diez años de su vida.