“Hola. Buscamos a individuos altamente inteligentes. Para encontrarlos hemos creado una prueba”, decía el mensaje publicado en el foro de imágenes 4chan, donde han nacido grupos tan destacados como el controversial “Anonymous”.
El texto, en un archivo .jpg, continuaba: “Hay un mensaje oculto en esta imagen. Encuéntralo y te llevará al camino para encontrarnos. Esperamos ansiosos conocer a lo pocos que lograran llegar al final. Buena suerte”.
La firma solo decía “3301”.
La historia de tres laberintos
El archivo se difundió por la Web rápidamente por foros similares y atrajo a miles de aspirantes a llegar al final de un acertijo que probó ser demasiado difícil, incluso para algunas de las mentes más brillantes de la computación.
Las imágenes contenían la silueta de una cigarra (cicada, en inglés) oculta, por lo que se les apodó “Cicada 3301”.
Solamente las primeras piezas del rompecabezas se hicieron públicas. En un principio la cooperación entre los participantes era apoyada (y necesaria), pero a partir de una de las pruebas eso terminó.
Esta llevaba a un sitio Web en Tor (un protocolo que impide saber de dónde vienen las conexiones) que estuvo disponible por tiempo limitado. Para la mayor parte de los que lo alcanzaron, contenía otro mensaje: “Queremos a los mejores, no a los seguidores”. Para casi todos, ese fue el fin de “Cicada 3301”, por lo menos en su versión del 2012.
Un año después, un nuevo mensaje en 4chan anunció el comienzo de una nueva carrera. “Hola de nuevo. Nuestra búsqueda de individuos inteligentes continúa”, decía.
Como el año anterior, la imagen era la primera pista hacia los demás acertijos, que eventualmente traspasaban las fronteras del mundo virtual, a locaciones físicas ubicadas en todos los rincones del mundo, desde Nueva Orleans hasta Moscú.
Este camino también solo permitió continuar a los mejores jugadores.
Este año la historia comenzó en Twitter, en una cuenta que utilizaron como parte del acertijo del 2013. El texto era crítico: “Hola. La epifanía está sobre ti. Tu peregrinaje ha comenzado. La iluminación espera”. Misma firma, mismo comienzo.
La imagen contenía texto que solo podía descubrirse a través de esteganografía, un método que oculta información en archivos aparentemente inofensivos. Ahora la carrera está en curso, y todavía nadie sabe para qué.
La única pista
La especulación sobre el propósito de los acertijos de “Cicada 3301” ha sido enorme.
Las teorías van desde bancos que buscan a programadores que se encarguen de sus sistemas de seguridad, agencias secretas de algún gobierno o grupos de hackers que buscan cómplices talentosos.
Lo único seguro es que tienen abundantes recursos, porque dejar pistas en extremos opuestos del planeta y dedicar el tiempo necesario para encriptar toda esa información (además de contratar números telefónicos finalizados en 3301) no es trabajo sencillo.
Solo hay un dato en el que los interesados confían: un correo electrónico filtrado por uno de los ganadores del reto en el 2012.
“Se han preguntado quiénes somos”, dice, “así que les diremos”.
Y entonces proceden a describirse como un grupo internacional sin nombre, símbolo, lista de miembros o sitio Web público.
“Somos individuos que nos hemos probado, como ustedes, completando este concurso, y nos unen creencias comunes”, continúa. Estas creencias, señala, son que la opresión debe desaparecer, que la censura está mal y la privacidad es un derecho inalienable. Probablemente, entonces, no se trate de una agencia gubernamental.
Los ganadores de la prueba del año pasado niegan haber recibido una respuesta de los organizadores, pero muchos creen que esto es una mentira para conservar el anonimato de los miembros