¿Por qué una revista como Vice está interesada en ir a Corea del Norte, Libia, Yemen, Iraq, Irán, al Congo o Pakistán?
No se trata de Reuters, AP o alguna otra agencia de noticias con intereses periodísticos muy claros: el contenido de Vice está dirigido a una demografía de jóvenes liberales –o de otra manera identificados como hipsters– y los temas van desde arte urbano, música, fotografía y moda, hasta guías de sexo y drogas.
Tal vez resulta más atractivo para un joven hacer click en un artículo que presente la historia del “lugar donde le cortaron la cabeza a Daniel Pearl de The Wall Street Journal”, en lugar de leer un trabajo periodístico de corresponsalía, más serio. Esta manera de ver las cosas –irreverente y mordaz– les ha dado un nombre en los 30 países en donde se distribuye la revista de manera gratuita.
No solo eso, también ha llamado la atención de Time Warner. Primero, la cadena de noticias CNN desde enero de 2010 está en asociación con Vice para transmitir algunos de los documentales que producen en VBS.tv, su sitio de videos en donde se abordan temas internacionales con elementos de justicia social.
Este viraje hacia temáticas con conciencia y justicia social comenzó en 2007 –mismo año en que nació VBS.tv–, cuando la revista publicó un número escrito por ciudadanos iraquíes.
“Hacer lo estúpido de manera inteligente, y lo inteligente de manera estúpida”, como alguna vez dijo Suroosh Alvi, es lo que ha provocado que tengan captiva una audiencia juvenil importante: es adictivo, es aspiracional y da status dentro de ese sector.
Ética irreverente
De alguna manera, Vice está recogiendo los pedazos rotos que dejó MTV. Por eso, los medios “serios” se le están acercando para subirse a ese segmento de la audiencia que prefiere sintonizar otras cosas o mejor ver videos en YouTube.
En mayo anunciaron que HBO unirá también fuerzas con Vice para transmitir un show producido por Bill Maher, conducido por Shane Smith y que contará con Fareed Zakaria como “consejero”.
Algunas de las historias que se están preparando: niños suicidas de Talibán, campos de trabajo de esclavos en Corea del Norte, clínicas clandestinas de vudú y heroína, piratas de Somalia y dentistas satánicos en el Pacífico Noroeste.
Shane Smith, uno de los tres fundadores –junto a Suroosh Alvi y Gavin McInnes (que ya se retiró)–, justificó hace un par de años en entrevista con The New York Times la ausencia de valores periodísticos en la serie de videos que preparan.
“(VBS.tv) Es una pequeña compañía de medios que puede ir y hacer lo que quiera (…) Podemos hacer cosas que nos interesan y no tenemos que pretender ser objetivos o tener un ángulo de lo que estamos viendo”.
En el documental “Page One: Inside the New York Times” de 2011, hay una escena en donde el reportero estrella de la sección de medios, David Carr, tiene una ríspida entrevista con Shane Smith, Suroosh Alvi y Eddy Moretti, los directivos de Vice. Carr les cuestiona sobre la colaboración con CNN.
“Sabemos cómo hablarle a la gente joven y ellos nos escuchan, somos una marca confiable para ellos. Lo primero que dijeron los de CNN cuando entraron a la reunión el verano pasado fue: ‘gente de 49 años está viendo ahorita CNN, estamos jodidos, ¿podrían ayudarnos a desarrollar una nueva y joven audiencia para el futuro?’”, le dijo Morreti al reportero (que se convierte en la estrella –sin querer– del documental).
Lo que Vice “vende” es “periodismo gonzo”, en donde se escribe sin pretensiones de objetividad y el periodista a menudo forma parte de la historia. Un MTV al estilo Al Jazeera, para los nuevos tiempos de YouTube.
De visita en Pakistán
“Pakistán es el país más peligroso del mundo. Tiene el material nuclear suficiente para abastecer de 60 a 100 bombas, un gobierno inestable, una economía frágil, fuertes influencias extremistas en su ejército y agencias de inteligencia, tiene a Al Qaeda y media docena de grupos terroristas similares operando en el país”.
Ese es el análisis que hace Joe Cirincione, experto en temas de seguridad nuclear y presidente de Ploughshares Fund, una fundación que apoya iniciativas globales para prevenir la propagación y el uso de armas nucleares, biológicas y químicas y otras armas de guerra.
Pakistán es un polvorín. Además, es el objetivo “favorito” de los ataques de drones –aviones no tripulados– que lanza el gobierno de Barack Obama para eliminar a los líderes terroristas de Al Qaeda, que por cierto esta semana dieron en el blanco al matar a Abu Yahya al-Libi, una de las figuras más importantes del grupo terrorista (el número dos).
En suma, un país no muy atractivo y seguro. Entonces, ¿por qué Suroosh Alvi, cofundador de la irreverente revista Vice, decidió ir a Karachi –la ciudad más poblada de Pakistán– a hacer un documental en video?
“Entrevistar a un ‘asesino a sueldo’ en Karachi fue probablemente la cosa más espantosa que he hecho en mis 17 años de Vice”, introduce Alvi a “Karachi Kills Vice”, un reporte desde la ciudad más demente en Pakistán, el artículo en texto que acompaña al capítulo más reciente de las “guías de Vice” en video.
Dividido en cinco partes, el documental presenta de muy cerca la violencia que se vive ahí, con entrevistas a políticos corruptos locales y hasta un asesino que cubre su identidad con un casco de motocicleta. Todo, con música de fondo al estilo de M.I.A. y Shaft.
Los otros canales de Vice
Noisey
El canal dedicado a la música, con presentaciones en vivo, lanzamiento de nuevos videos, reseñas y entrevistas.
Motherboard
El espacio dedicado a la cultura que rodea a la tecnología. El tono de irreverencia en un espacio geek.
The Creators Project
En asociación con Intel, este espacio presenta propuestas artísticas de vanguardia.
Locura en Karachi
La primera de cinco partes
Destino: Irán
Shane Smith de visita