Como el filtro “humano” no hay dos. Por mucho que se implemente tecnología de punta (por medio de sistemas con algoritmos, por ejemplo), el ojo de las personas siempre podrá ver lo que las máquinas pasan por alto… al menos hasta ahora (antes de que la inteligencia artificial desarrolle humanoides que reconozcan emociones con más eficacia que las actuales).
Y Facebook lo sabe. De hecho, la red social optó por regresar a la supervisión humana –además de la implementación de algoritmos–, luego de comprobar que Rusia utilizó la plataforma para interferir en las elecciones de Estados Unidos, el año pasado.
Por ello, la compañía a cargo de Mark Zuckerberg decidió contratar a mil personas para identificar, revisar y eliminar anuncios políticos.
Sobre todo si se toma en cuenta que el 70 por ciento de los ingresos de Facebook proviene de la publicidad y que actualmente hay sobreoferta de anuncios en dicho sitio social e informativo.
Este nuevo séquito de trabajadores también será de gran ayuda para combatir a las famosas fake news que tienen a la Red de cabeza, así como el material de índole violenta que se le escapa a los algoritmos.