Pese a ser el artista que mejor representa el sonido de Gran Bretaña actualmente, Plan B nunca estuvo contemplado para participar en los Olímpicos. Digamos que sus canciones no son una celebración de la vida en la isla, sino una evaluación aleccionadora sobre todo lo que está mal dentro del Estado Británico.
Es la reticente voz de la generación detrás de “Ill Manors”, un proyecto multimediático que es a la vez un álbum, una película y una declaración política sobre los temas de pobreza y desigualdad que los demás artistas británicos han evadido.
El rapero ha descrito su disco como “un musical de Hip-Hop para el siglo 21”, y la mejor prueba es el track que da título al proyecto. Una poderosa canción que recrea un soundtrack, al mismo tiempo que explica los disturbios en Londres del año pasado.
Pese a lo que el gobierno de David Cameron quisiera hacer creer, Plan B rapea sobre la idea de “Broken Britain” –una gran Bretaña rota- en la que los habitantes de zonas poco privilegiadas están “Broke in Britain” o en bancarrota en el país.
El disco debutó en la posición número 1 en Gran Bretaña. La película, dirigida y escrita por Plan B, ha ganado en taquilla cuatro veces su costo.
“Ill Manors” no es simplemente una “8 Mile” Británica. Es algo más ambicioso, más que una historia de superación es un comentario social sobre los tiempos que vive el país más allá de la perfección olímpica. Lo más increíble es que lo hace siguiendo la tradición de The Clash, hacer canciones políticas cimentadas en buena música.