Es difícil escribir una trilogía. Pero lo que se requiere para hacerlo no es paciencia, sino un conocimiento plenos de los personajes. Eso, Alejandro Páez Varela lo tiene bien claro.
“Yo me identifico plenamente con cada uno de los personajes, tengo sus voces, tengo perfectamente sus perfiles, puedo perfectamente escribir por ellos”, dice Páez Varela, “tiene que ver con que tan cómodo te sientas con los personajes que has desarrollado…yo me identifico plenamente con cada uno de los personajes, tengo sus voces, tengo perfectamente sus perfiles, puedo perfectamente escribir por ellos”.
Es ese conocimiento a profundidad lo que hace que las vidas y muertes de Liborio y Ana Labrada o Refugio Ramírez le importen al lector. En las páginas de “El Reino de las Moscas”, su más reciente libro, ellos dejan de ser personajes de una novela. Sus vidas tiene peso y su destino, cómo lector, te atrapa.
La fuerza de esta novela es producto de ese conocimiento total entre autor y obra. Páez Varela es claro respecto a su relación con sus personajes: “Te vas adecuando a ellos y ellos a ti”.
El libro es el centro de una trilogía en proceso la cual comenzó con “Corazón de Kaláshnikov” en el 2009. Estos deberían de haber sido libros de amor, pero Páez Varela es producto de Ciudad Juárez, lo que hace que sus historias si tengan amor, pero no el de una novela rosa. Es un amor intenso y peligroso que sabe que la muerte está a la vuelta de la esquina o en el rostro de un desconocido.
“Yo creo que estas dos novelas son el producto de mucho que he visto y mucho que he andado. Al final uno escribe de lo que ve y de lo que va recogiendo y quizá estos libros se hayan empezado a escribir desde mis años como reportero en Ciudad Juárez y se han ido puliendo durante todos estos años conforme yo mismo he adquirido madurez. De ahí empiezan las cosa y no sé dónde vayan a terminar”.
Forjado en las trincheras del periodismo en Chihuahua, Páez Varela conoce a fondo lo que sucede y cómo se siente vivir en el norte de México, “A mí el norte no solamente me marca, es mi hogar, es mi origen”.
“El Reino de las Moscas” es la pieza faltante en el boom de la literatura del norte que se ha vivido en los pasados 3 años.
“Los últimos eventos en el norte del país han desatado un interés por el norte de México y a mí me parece completamente válido y muy saludable que así sea. Al final todo lo que están pasando ciudades como Monterrey, Saltillo, Ciudad Juárez, la ciudad de Chihuahua, Nuevo Laredo es un trauma que se verá finalmente reflejado por las distintas corrientes de las artes”.
Leer este libro junto a la obra de Yuri Herrera y Carlos Velázquez es entrar en un mundo donde los personajes conviven en dos fronteras, la línea que pone fin al país y a nuestro norte y la que separa a vivos y muertos. La muerte en el norte y la costosa “Guerra contra el Narco” irremediablemente van a influenciar el destino de las historias que se escriben en nuestro país. “Lo van a reflejar de una manera muy vasta, porque ha sido una experiencia muy basta, como lo fue la revolución que nos dio toda una corriente de escritores en su momento”, apunta Paéz Varela.
El “Reino de las Moscas” es un gran ejemplo de esta nueva revolución.