El youtuber Enrique Álex asegura que ‘vivimos en un mundo diverso’ donde se necesita respeto

Un día Enrique Álex decidió dejarlo todo para cumplir su sueño: recorrer el mundo junto a su pareja. Antes de partir de Madrid, España, el joven de entonces 29 años pensó: “estaría bueno documentar esto para enseñárselos a mis amigos y a mi familia”; al final realizar esos videos se ha convertido en su forma de vida.

Actualmente, su canal de YouTube cuenta con casi medio millón de suscriptores. El camino inició en Japón y desde entonces el viaje no ha parado, porque, como dice él, “no tiene billete de vuelta ni fecha de fin”.

El éxito de su canal se lo atribuye a una mezcla de suerte y buen trabajo, porque sabe que en Internet existen millones de personas queriendo ser vistas. Pero lo que más le llena de satisfacción es el saber que su contenido le ha servido a la gente para cambiar de trabajo, para aceptarse como es, para divorciarse o simplemente entender que su vida tiene que cambiar.

“El ver a una persona que ha decidido tomar un riesgo grande para ser feliz y es feliz, sirve para que otras personas digan ‘yo creo que vale la pena y haré esa cosa que debí hacer hace tiempo’ y no siempre significa ‘voy a darle la vuelta al mundo’. Me da satisfacción ayudar a personas que jamás me lo hubiera imaginado”, expresa el youtuber a Reporte Índigo.

Enrique Álex es abiertamente gay y desde el inició realizó sus viajes acompañado de su pareja, Miguel, mostrando su amor de forma natural; sin embargo, poco a poco y a medida que el canal fue creciendo, comenzó a darse cuenta de la importancia de hacer eso, sobre todo en Latinoamérica.

“Empecé a notar que para muchas personas el encontrar el referente de una persona que no sigue la narrativa típica de todas las historias y aun así es una persona feliz, que trabaja en lo que quiere, que vive con su pareja, eso rompió algunos estereotipos en algunas personas que no necesariamente forman parte de la comunidad LGBT”, explica Enrique.

Los usuarios que llegan a su canal, dice, primero lo hacen porque conectan con la historia de una persona que lo ha dejado todo para viajar, pero de repente se dan cuenta que una persona (Miguel) viaja con él; al principio piensan que es su amigo, luego que es su hermano y de repente en un video ven algo que los lleva a decir “ha, es su pareja”; sin embargo, para entonces ya se ha establecido una conexión entre el suscriptor y él, dejando los estereotipos y los prejuicios de lado.

“Creo que ha servido, no porque yo sea alguien especial, sino porque hay personas que no están expuestas a otros tipos de familias, de sexualidad, de personas que no sean como ellas. Tengo mil experiencias para contar, porque a mucha gente le han servido mis videos tanto para soltar a sus hijos que son homosexuales, como para entenderse a sí mismo o darse cuenta de que vivimos en un mundo muy diverso”, afirma Enrique.

Un mensaje necesario

Después de dos años de haber fundado su canal, Enrique Álex se dio cuenta que podía vivir de él, ya que tenía una plataforma muy grande y eso llamaba la atención de departamentos de turismo de diferentes países y marcas.

“Todo comenzó poco a poco y fue muy inesperado, porque no lo comencé por dedicarme a ello, era solo un sueño, que cuatro años después mi canal es el más grande de viajes de España”, platica el youtuber.

A la distancia reconoce que el trabajo ha sido arduo, aunque parezca que todo es risa y diversión, porque no se ve lo que hay detrás de las cámaras, lo que da la sensación de que todo fluye al instante, que alguien los ha puesto ahí.

“Por ejemplo, yo estoy hablando en una playa y parece que estoy ahí mágicamente diciendo cosas que me salen así, pero detrás de eso hay mucha preproducción, mucha documentación. Cuando además uno tiene una plataforma tan grande tiene que medir mucho las palabras que dices; hay mucho detrás y no tanto delante”, explica.

De alguna forma, Enrique Álex comparte un poco de su vida en sus videos, aunque en un principio le recomendaban no exponerse tanto, así que tener ese contrapeso lo ayudó a poner un límite a las cosas.

“Por mucho que parezca que expongo mi vida, yo lo que expongo son mis viajes, y en mis viajes yo decido lo que grabo, tengo muchos momentos que no se ven, yo elijo lo que quiero mostrar, para mí el valor de lo que hago no está en el chisme de que me pasa o me deja de pasar, sino en el mensaje que quiero transmitir”, asegura.

Al mostrar su amor abiertamente por otro hombre, Enrique ha recibido múltiples mensajes de odio;  sin embargo, no se engancha, entiende que existe gente que nunca ha estado expuesta a personas diferentes a ella, por lo que sueltan cualquier vulgaridad.

“Mediante el debate seguro no los sacamos de su idea, pero ya se quedará algo en su cabeza y poco a poco se formará una opinión más tolerante, bueno, eso quiero pensar, me parece que está bien que recordemos que no todos vivimos en una burbuja y que no todas las personas que viven en este mundo son como las personas que viven en nuestro alrededor”, indica.

Álex vive en Madrid, España, en un barrio muy abierto y progresista, pero incluso ahí hay personas muy reaccionarias que no aceptan a los que no son como ellos; sin embargo, los ataques homofóbicos están más presentes en el mundo virtual.

“Bajo la identidad de un avatar y un seudónimo cualquiera se puede meter a ofender, desgraciadamente, a muchas personas les ha provocado muchísimos tipos de inseguridades, problemas más graves. Estas cosas me sirven para estar seguro de que mi difusión de mensaje de tolerancia y respeto es urgente e importante”, enfatiza.

Sin ser nadie especial, reconoce, tiene una plataforma grande y de niño le habría gustado tener referentes, como ahora lo puede ser él para otras personas, que hablan de que está bien ser quienes son mientras no le hagan daño a los demás.

La industria que paró

Quienes trabajan en el sector turístico tenían la idea errónea de que vivían de la industria que nunca para, porque siempre es temporada alta en algún lugar o siempre hay personas queriendo salir de viaje; sin embargo, con la pandemia se demostró que no; ahora el temor es que la gente lo vea como algo tóxico y les empiece a dar miedo viajar.

“Viajar permite que las personas abran sus metas, así que ojalá pase todo esto, porque mi trabajo depende de ello, pero hasta entonces creo que deberíamos ser muy responsables, empezar a valorar el turismo local, de proximidad, sostenible, para dejar un impacto positivo a donde vayamos, llegar sin prejuicios y con los ojos abiertos dispuestos a aprender”, considera Enrique Álex.

El amor de Enrique Álex por México

Enrique Álex disfruta mucho viajar por México, conoce la Ciudad de México, Taxco, la península de Yucatán, Uxmal, Holbox, Baja California y más de 20 pueblos mágicos

“Estoy enamorado de la Ciudad de México, es una ciudad difícil de entender, la primera vez que fui me costó mucho, a partir de ahí comencé a viajar por el país y dije ‘esto es increíble y tengo que regresar a la Ciudad de México, porque algo no he hecho bien’, y, efectivamente, la segunda vez que fui dije ‘me quiero quedar a vivir aquí’”, comparte.

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