Ellos felices, ellas ‘achacosas’
Pareciera que casarse brinda múltiples beneficios para las mujeres. Todo indica que son ellas las que más anhelan una vida en pareja... sin embargo, son los hombres los que salen ventajosos.
Una investigación realizada en el 2010 por la Organización Mundial de la Salud (OMS), encontró que el matrimonio podría reducir el riesgo de ansiedad y depresión en hombres casados, comparado con aquellos que habían permanecido solteros.
Y es que en los últimos años, el tema sobre el matrimonio ha encendido numerosos debates a lo largo y ancho del planeta.
Andrea Montes RenaudPareciera que casarse brinda múltiples beneficios para las mujeres. Todo indica que son ellas las que más anhelan una vida en pareja… sin embargo, son los hombres los que salen ventajosos.
Una investigación realizada en el 2010 por la Organización Mundial de la Salud (OMS), encontró que el matrimonio podría reducir el riesgo de ansiedad y depresión en hombres casados, comparado con aquellos que habían permanecido solteros.
Y es que en los últimos años, el tema sobre el matrimonio ha encendido numerosos debates a lo largo y ancho del planeta.
Las discusiones giran alrededor de cuestiones sobre quiénes pueden casarse, quiénes no deberían hacerlo… o sobre no casarse en lo absoluto.
Y en todos los casos, la idea del matrimonio se ve contrastada, por un lado, como la alternativa más saludable para que los jóvenes adultos tengan más probabilidades de vida y menos problemas emocionales; y por el otro, con la idea de que los jóvenes deberían animar a otros jóvenes a rehuir del matrimonio y el compromiso a largo plazo.
Esto con el fin de tener una vida más plena y placentera.
En la cultura pop, esto último se ve más comúnmente reforzado en la imagen masculina que proyecta a hombres que se rehúsan a casarse en beneficio a su juventud y soltería.
Pero, ¿será cierto que el matrimonio es más saludable para los hombres?
Una serie de estudios realizados en el Reino Unido demuestran por qué, paradójicamente, son los hombres los que obtienen más beneficios después de casarse, pues a pesar de la concepción colectiva sobre el matrimonio, el estudio sugiere que las mujeres apenas se benefician tras dar el sí.
Ventajosos y sanos
Para los hombres que rehúyen del matrimonio, es importante que sepan que estar casado o en relaciones a largo plazo, es una buena noticia para su salud.
El estudio de la OMS determinó que los beneficios para un hombre al contraer matrimonio son tan amplios, que los solteros tienen más riesgo de morir que los fumadores.
Y estableció que aquellos en una relación a largo plazo son los que más se benefician, ya que el casado tiene 9 por ciento menos de morir, en comparación con un soltero.
Sin embargo, el estudio determinó que se produce exactamente lo opuesto en el caso de las mujeres y la tasa de mortalidad, lo que sugiere que las mujeres entregan más en sus matrimonios, pero que son los hombres los que se benefician de ello.
Así que, para aquellas mujeres que no quieran casarse, la decisión de hacerlo no afectará su salud a largo plazo, ni disminuirá en comparación con la salud de las mujeres que permanecieron casadas.
Pero, los resultados de este estudio indican un panorama muy distinto para los hombres, a quienes el matrimonio, científicamente hablando, sí les sienta muy bien.
Y es que “no casarse es menos perjudicial para las mujeres que para que los hombres”, dijo el Dr. George Ploubidis, especialista y científico en temas de salud del UCL Institute of Education. “Y todo parece indicar que el matrimonio parece ser más beneficioso para los hombres”.
Según la reciente investigación divulgada por The American Journal of Public Health, la University College London, la London School of Economics y la London School of Hygiene & Tropical Medicine determinaron que las mujeres solteras y los hombres solteros no sufren los mismos efectos negativos.
El estudio apuntó que, mientras había un ligero impacto en la salud de aquellos hombres que nunca se habían casado, parecía que las relaciones a largo plazo eran suficientes para mantener a los hombres felices y en buena forma.
¿Y los divorciados?
Por otro lado, los matrimonios infelices, donde las parejas se sienten bajo presión durante la mayor parte del tiempo, se presenta un mayor riesgo de presión arterial alta y enfermedades cardiovasculares.
La investigación también mostró que divorciarse no tiene un impacto perjudicial sobre el futuro de ningún hombre o mujer a nivel de salud.
Y las mujeres que se divorciaron entre los 25 y los 30 años tienen menos probabilidades de sufrir algún síndrome metabólico en comparación con las que se quedaron casadas.
“Numerosos estudios han encontrado que las personas casadas tienen mejor salud que las personas no casadas”, agregó Ploubidis. “Sin embargo, nuestra investigación mostró que la gente que sufrió una separación, un divorcio, o un nuevo matrimonio, tenía casi los mismos niveles de salud que aquellos que permanecieron casados”.
Agregó que “investigaciones anteriores apuntaron que la salud de los hombres decae después de un divorcio, pero que a largo plazo los ‘daños’ tienden a revertirse y vuelven a recuperar su salud”.
En el caso de las solteras…
Las mujeres de mediana edad que nunca se casaron corrían la misma suerte que la mujeres casadas de desarrollar algún síndrome relacionado con el metabolismo –una combinación entre diabetes, presión arterial alta y obesidad.
Además, el estudio publicado en The American Journal of Public Health mostró que los niveles en el riesgo de contraer problemas respiratorios fue mucho menor en las mujeres solteras que en los hombres solteros.
Lo mismo se observó a través de un biomarcador para determinar problemas del corazón en donde las probabilidades de sufrir algún problema cardiaco se elevó en un 14 por ciento en los hombres, mientras que el riesgo fue apenas perceptible en las mujeres.
Para realizar este estudio, el equipo analizó información de más de 10 mil personas nacidas en la misma semana de la primavera de 1958 en Inglaterra, Escocia y Gales, dando lugar al primer estudio que se hace de este tipo, al asociar las relaciones de pareja y la salud en personas de la mediana edad, abarcando un amplio espectro de la población y sustentándose en exámenes médicos.
Y es que el matrimonio fue pensado, en gran parte, para beneficiar a las parejas física y psicológicamente.
De hecho se pensaba que las personas casadas se animarían a mantenerse en buena forma física, comer y visitar a su médico con frecuencia, y que las mujeres se beneficiarían de una estabilidad y salud emocional, porque se pensaba que ellas valoraban estar en una relación.