Cuando se le induce y/o se acelera el parto a una mujer, aumenta el riesgo a que el bebé desarrolle autismo, según los resultados preliminares de un estudio a cargo de las universidades de Duke y Michigan.
Esta investigación es la más grande en su tipo y los datos que se analizaron abarcaron los registros de todos los niños que nacieron en Carolina del Norte durante los últimos ocho años.
Las conclusiones indicaron que este factor de riesgo es mayor en los bebés varones, que en las mujeres.
Y es que el riesgo de que el bebé varón nacido de parto inducido aumenta hasta 35 por ciento, en comparación con los niños que nacen de alumbramientos cuyas contracciones fueron naturales.
Para las niñas, el riesgo se reduce a los partos inducidos, no los acelerados.
Pese a los resultados, los autores advirtieron que se deben de hacer otros estudios para probar la relación causal entre el parto inducido y el desarrollo de autismo.
Chad A. Grotegrut, coautor del estudio, dijo que no se debe de tomar como una amenaza hacia la decisión médica de acelerar el parto, ya que “la inducción del parto, especialmente para las mujeres embarazadas con condiciones médicas como la diabetes o la alta presión sanguínea, ha reducido significativamente el riesgo de dar a luz a un feto muerto”.