La identidad del mexicano fue perdiéndose poco a poco, mezclándose con otras culturas y orígenes

En busca de la identidad del mexicano

A través de su exposición Hijo de la nada, el artista Josué Morales plantea, a través de diferentes piezas, una interrogante acerca de la dificultad del mexicano para identificarse como indígena, español o mestizo

Desde la llegada de los conquistadores a tierras nacionales, hace 500 años, la identidad del mexicano fue perdiéndose poco a poco, mezclándose con otras culturas y orígenes, y llevando a la población a tener una identidad un tanto distinta.

Josué Morales, un artista de origen morelense, planteó parte de este concepto en Hijo de la nada, una exposición en la que plantea una interrogante acerca de la dificultad del mexicano para identificarse como indígena, español o mestizo.

“Surgieron mucho en mí estos cuestionamientos de la identidad a partir de lo que yo empecé a sentir, como cuestionamientos políticos; entonces a partir de mis cuestionamientos sobre la identidad lo que yo he llegado a resolver es que son iguales a los de cualquier mexicano que se siente como no descendiente indígena y tampoco descendiente de un conquistador, sino que es como otra identidad diferente que se adquiere por muchas cosas, pero que tiene que ver con la educación y con los íconos culturales que adoptamos”, detalla Morales.

Además, parte de la exposición, según remarca el artista, es no dar una respuesta al cuestionamiento central como él lo plantea, sino exponer diferentes perspectivas.

Así, a través de diferentes piezas, plantea los orígenes nacionales, como “Identidad” (2019), que es una torre de tortillas de maíz, haciendo referencia a dos puntos: las pirámides tan características en México, y la comida.

“Si una persona viera Hijo de la nada y no tuviera un contexto, sí hay piezas que le van a remitir a México. Primero, la de ‘Identidad’, que es como muy clara, es un golpe visual; segundo, los ‘Códices’, porque son una especie de fragmentos tomados de diferentes códices porque son dibujos prehispánicos, y ‘Bastones’, que son cabezas olmecas en miniatura”, dice Josué.

Por otra parte, el artista agrega, en entrevista con Reporte Índigo, que tras la presentación de Hijo de la nada a través de la página web de Galería L, ya se encuentra elaborando nuevas piezas que retoman su misma línea de trabajo; sin embargo, debido a la pandemia se ha visto muy cuestionado.

De acuerdo con Josué, el que los espacios expositorios hayan cerrado por la crisis sanitaria, personalmente lo ha marcado mucho no solo en el proceso creativo, sino en las formas de producción, ya que también tendrá que pensar en el mundo del arte digitalizado.

“He estado retomando las piezas que tenía guardadas en discos duros, ver cómo podría subirlas de nuevo a plataformas, retomar a lo mejor qué vale la pena, qué me sigue haciendo sentido. Creo que hay que estar consciente de que han cambiado muchas cosas”, declara Morales.

A través de artsy.net, las piezas del artista se encuentran en venta.

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